SEVILLA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un 18,5% de las personas atendidas en Proyecto Hombre tiene más de 50 años de edad. En este sentido, desde 2013, "la edad media ha aumentado de los 36 años hasta los casi 40 que nos encontramos en 2022; en cuanto a la sustancia principal por la que este perfil solicita ayuda es el alcohol", explica el director del Observatorio de esta entidad, Jesús Mullor, durante la presentación del Informe Anual de Proyecto Hombre.
Ello obedece "principalmente" a dos razones: la cronicidad de la adicción que sufren "tras años de consumo prevalente", así como "el envejecimiento general de la población". Las personas con problemas de adicción al alcohol "tardan más tiempo en pedir ayuda porque el consumo de esta sustancia está totalmente normalizado. Es una droga socialmente aceptada, por lo que la persona con problemas de adicción tarda más años en presentar severidad, solicitar asistencia y su adicción se cronifica", ha añadido Mullor en una nota de prensa.
Atender a estos perfiles supone un "reto" para la entidad y la necesidad de iniciar un debate sobre cómo enfocar el abordaje de las adicciones en personas de la tercera edad o sobre temas como por ejemplo cómo llevar a término la inserción sociolaboral y familiar de personas que ya no deban o puedan trabajar, y/o tengan movilidad reducida.
"Es necesario adaptar nuestras respuestas a la propia naturaleza dinámica de esta sustancia y de los perfiles que nos encontramos. Reformular nuestros procesos, la atención que ofrecemos, cómo trabajamos con ellos la reinserción laboral, adaptar sus propuestas de ocio y tiempo libre saludable o intensificar su tutela médica", ha explicado la directora general de la Asociación Proyecto Hombre, Elena Presencio.
Asimismo, si bien las mujeres comparten con los hombres "buena parte" de las problemáticas asociadas a las adicciones, existen diferencias no sólo en cuanto a sustancias y patrones de consumo, sino a las ya conocidas diferencias respecto a los hombres con relación a "mayores dificultades de acceso a tratamiento y de adaptación al mismo en un entorno extremadamente
masculinizado; mayor situación de vulnerabilidad y mayor probabilidad de haber sido víctimas de abusos y de violencia".
El citado informe también constata una "elevada incidencia" de factores psiquiátricos asociados en las personas atendidas."Observamos una elevada comorbilidad entre la adicción y trastornos psiquiátricos tanto en
hombres como en mujeres, destacando datos como que el 70% manifiesta haber sufrido ansiedad severa durante un periodo de tiempo significativo y más de la mitad (53%) experimentan problemas emocionales y psicológicos. Además, un 57% ha sufrido depresión severa y el 43% manifiesta ideación suicida".
Por otra parte, la inserción sociolaboral de las personas atendidas es un factor "clave" en el proceso de recuperación. "La incorporación laboral significa, entre otras cosas, vincularse de forma normalizada con la sociedad, una autonomía económica, convertirse en un ciudadano activo y una dignificación de la vida de una persona".
El perfil de empleo es el de una persona que ha trabajado en los últimos tres años, aunque es una gran mayoría en empleos de baja cualificación y de los que una parte importante ha perdido du trabajo antes de ingresar en el programa, encontrándose en situación de desempleo.
OBSERVATORIO PROYECTO HOMBRE
El Observatorio Proyecto Hombre es un informe anual que recoge información relacionada con las personas atendidas en los programas de tratamiento y que a su vez recoge los datos obtenidos en la aplicación sistemática y periódica del cuestionario denominado 'EuropASI'. Los datos recogidos y tabulados son los que a su vez han sido recogidos en cada centro de Proyecto Hombre, una vez traspasadas las encuestas aplicadas a las personas de nuevo ingreso, que han cumplido los 18 años.
De este modo, el universo de estudio lo componen las personas usuarias de Proyecto Hombre, de edad igual o superior a 18 años, que han iniciado
tratamiento en 2022 en programas y dispositivos para adultos con problemas de adicción en alguno de los 28 centros de esta asociación. En el Observatorio se recoge una muestra de las personas que se atienden cada año, no el total.
En 2022 se han volcado datos de 3.596 personas usuarias (669 mujeres y 2.927 hombres), con un acumulado desde 2013 de 29.784 usuarios. De ese estudio se desprende también que el 79% de la población joven atendida en este programa es hombre (14 a 21 años) mientras el 21% es mujer. El 48% de los adolescentes atendidos presentan una Patología Dual asociada a su
adicción.
Durante el año 2022 se ha atendido un 20% más de mujeres con respecto al 2021. En este sentido, el 47% de las mujeres que inician tratamiento con nosotros, tiene el alcohol como "sustancia principal de consumo problemático", seguido del 28% el consumo de cocaína y de un 6,4% de cannabis.
Por otro lado, se ha atendido en sesiones de terapia en el Centro Penitenciario de mujeres de Alcalá de Guadaíra de manera periódica a un grupo formado por doce internas. "Hemos impartido talleres formativos de carácter puntual a todo el colectivo de internas, en torno a 70, que se encuentran en este Centro".
RETOS DE PROYECTO HOMBRE
Los retos de Proyecto Hombre Sevilla están ligados, sin duda, a su capacidad para dar respuesta a las demandas que se nos presentan. "La variedad de programas hace posible que nuestras estructuras tengan la versatilidad necesaria para atender a los diferentes perfiles que demandan nuestra ayuda".
Al respecto, la entidad persigue afianzar y ampliar el Programa MAR en cuanto a instalaciones, financiación, equipo o estructura para aumentar el número de mujeres beneficiarias de esa iniciativa.
Además, tiene como fin lograr que Proyecto Joven sea un referente en el abordaje de problemas de conductas adictivas (con o sin sustancia) para adolescentes y sus familias y consolidar el trabajo realizado en el ámbito penitenciario, tanto para el colectivo de mujeres como para hombres.