Plantilla de la cafetería clausurada de UPO da dos semanas para sacar pliegos de concesión antes de protestar

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:53

SEVILLA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores que desempeñaban sus funciones en la cafetería ubicada frente a la biblioteca de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, objeto de cierre patronal por parte de la anterior empresa concesionaria, dan un plazo de dos semanas para avanzar en la adjudicación de este servicio antes de llevar a cabo movilizaciones.

Según ha indicado a Europa Press la delegada sindical de CCOO, Rocío Sierra, la universidad se ha comprometido en este sentido en una reunión mantenida este lunes con la representación de los trabajadores a sacar en un breve espacio de tiempo --se apunta al próximo mes de noviembre-- los pliegos para la concesión, después de que la plantilla remitiera la documentación necesaria.

Dado que los trabajadores siguen insistiendo en la idea de "agilizar" la adjudicación para que el negocio pueda seguir resultando "atractivo a las empresas", Sierra ha indicado que a finales de esta semana habrá una asamblea de los trabajadores, con idea de establecer un ultimátum que abarque la primera quincena de noviembre.

En caso contrario, añade la delegada sindical de CCOO, la plantilla está dispuesta a llevar a cabo medidas de presión, tanto más cuanto que sentencias previas sobre casos similares, según Sierra, dan la razón a los trabajadores en cuanto a la subrogación en las mismas condiciones que en el negocio anterior.

La universidad, que ya planteó la nueva adjudicación para antes de 2014, trabaja en los pliegos y, según CCOO, se muestra "abierta" a que los propios trabajadores puedan participar en la redacción de los mismos, "dejándolo todo atado para que no haya problemas, con un estudio para asegurar la solvencia de la empresa".

Los trabajadores que desempeñaban su labor en este establecimiento barajaron alternativas como la creación de una cooperativa entre los propios empleados como modo de reflotar el negocio, si bien "tras hacer números las cuentas no salen", según los mismos, que constataron que esta fórmula no podría prosperar "debido a la gran deuda existente con la Seguridad Social y al hecho de que el anterior empresario se llevó maquinaria que hay que reemplazar".

La UPO, por otra parte, apuntó a su intención de mediar con la empresa que regentaba la cafetería con el fin de tratar de que la situación de los empleados no se vea "lesionada". El rector, Vicente Guzmán, indicó entonces a Europa Press que "vamos a intentar una solución, porque no tenemos responsabilidad real, pero sí moral".

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