GUILLENA (SEVILLA), 20 (EUROPA PRESS)
El Pleno del Ayuntamiento del municipio sevillano de Guillena, reunido en sesión extraordinaria, ha acordado iniciar el expediente para nombrar hijo adoptivo, según el reglamento municipal de honores y distinciones, a Diego Díaz, el cabo primero de la Guardia Civil fallecido tras auxiliar el sábado a tres personas que habían quedado atrapadas en un camino cercano al arroyo Galapagar de la localidad.
En la sesión, que ha comenzado a las 17,00 horas, se ha dado lectura a una declaración institucional en homenaje y reconocimiento del cabo, vecino de Guillena desde hace más de 15 años. "Se reconoce la labor de entrega de Diego Díaz Díaz, no sólo en el momento del fatal accidente, sino durante todos los años que ha dedicado al pueblo de Guillena, convirtiéndose en un guillenero más que siempre estuvo al servicio de sus vecinos", agrega el Ayuntamiento en un comunicado.
Además, se ha agradecido "a todos los profesionales su admirable trabajo en las labores de búsqueda del guardia civil desaparecido", haciendo una especial mención a los guardias civiles ya los voluntarios que lo han estado buscando estos días.
Este pleno extraordinario ha contado con la asistencia del delegado del Gobierno, Antonio Sanz, y la consejera de Justicia e Interior, Rosa Aguilar, entre otras autoridades, que han querido acompañar a la corporación municipal.
Asimismo, el Ayuntamiento ha detallado que esta tarde se va a instalar la capilla ardiente del guardia civil en el Centro Cívico La Estación, ubicado en la avenida Alcalde Justo Padilla. "Todos los vecinos podrán dar el pésame a la familia y compañeros y rendir homenaje al cabo Diego Díaz", afirma.
El funeral se oficiará el miércoles, a las 12,00 horas, en la parroquia de Nuestra Señora de la Granada de Guillena. El entierro será en Málaga, de donde era natural el guardia civil fallecido.
"Desde el Ayuntamiento de Guillena nos unimos al dolor de la familia y toda la Guardia Civil. Descanse en Paz Diego", concluye el comunicado, que recuerda que han sido decretados tres días de luto oficial, en los que se suspenden todos los actos oficiales y las banderas ondean a media asta en los edificios municipales.