SEVILLA 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
La provincia de Sevilla registra un total de 476.526 animales de compañía, lo que supone un 2,76% más que en 2023, cuando se contabilizaron 463.709 ejemplares. Ese dato representa el 20,7% de Andalucía, que cuenta con más de 2,3 millones, según los datos facilitados desde la Junta a Europa Press, actualizados al mes de septiembre.
Además, según la información que consta en el Registro Central de Animales de Compañía de la Junta (RAIA), la provincia sevillana es la segunda que más animales de compañía tiene registrados en toda la comunidad autónoma, solo por detrás de Málaga, que contabiliza 517.229 ejemplares. Almería es la última provincia en esa lista con 180.615 animales.
De esos 476.526 animales de compañía actualmente registrados en Sevilla, 413.482 son perros (+1,9%), lo que constata que sigue siendo el animal preferido por los sevillanos, en línea con el resto de andaluces. No en vano, en la región se contabilizan algo más de dos millones canes, en concreto 2.028.278, por 311.052 gatos y 11.190 hurones. Por otra parte, en la provincia de Sevilla hay registrados hasta la fecha un total de 59.120 gatos (+9,18%) y 3.135 hurones (+4,18%).
Al respecto, de los más de dos millones de perros en Andalucía, 67.656 son de las razas catalogadas potencialmente peligrosas (PPP), que son Pitt Bull, Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu, Akita Inu y Doberman.
En Sevilla, hay 13.330 perros de estas razas y en 2023 habría registrados 14.194, siendo mayoritarios en Andalucía, los ejemplares de American Staffordshire Terrier (23.498), los Pitt Bull Terrier (12.975) y los American Bully (9.772).
En 2023, fueron 343 las inspecciones realizadas, 197 de ellas relacionadas con razas de perros potencialmente peligrosos, y se incoaron 2.046 expedientes sancionadores por irregularidades en la tenencia de animales en la provincia, que cuenta con un total de 1.365 veterinarios registrados para el ejercicio de profesión.
La inscripción de los animales en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA) constituye una obligación de los propietarios y permite establecer programas sanitarios preventivos o de urgencia ante enfermedades transmisibles al ser humano o a otros animales, su recuperación en caso de pérdida o robo, o intervención por maltrato.