SEVILLA 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Ecologistas en Acción ha entregado a los ayuntamientos de Santiponce y Utrera, en la provincia de Sevilla, las propuestas para presentar a la convocatoria de ayudas estatales de la Fundación Biodiversidad, destinada a la mejora ambiental de los ríos urbanos, proyectos de mejora de los cauces de los arroyos Tamarguillo y Calzas Anchas en tales municipios.
En Santiponce se propone mejorar el arroyo del Tamarguillo, en el último kilómetro de su recorrido, así como en una zona aledaña de la ribera del Guadalquivir, con el que el primero de los cauces confluye.
El Tamarguillo originaba eventuales problemas de inundación en la ciudad de Sevilla, razón por la que hace años fue desviado por el norte de la ciudad. Se trata igualmente de un arroyo en el que aparece una estructura de hormigón que no permite el desarrollo de los procesos naturales propios de un cauce natural.
Las actuaciones que se proponen pretenden también eliminar una parte del hormigón, si bien debe realizarse con las adecuadas medidas de seguridad, dada la presencia adyacente de la carretera SE-20 o de la vía del ferrocarril. Se propone eliminar parcialmente un tramo de 300 metros de hormigón y realizar algunas roturas adecuadamente controladas en distintos puntos, a fin de que aflore el suelo natural y sea posible la revegetación con especies autóctonas.
En el caso del arroyo Calzas Anchas, se plantea la mejora de un tramo de un kilómetro en el entorno del Parque Periurbano de Vistalegre, que el Ayuntamiento de Utrera se encuentra implantando.
El arroyo fue hace años desviado, tras importantes inundaciones en la localidad, y se construyó un cauce a base de un cajón de hormigón inerte y "paisajísticamente inaceptable".
La propuesta pretende que este hormigón desaparezca y, en su lugar, se modele un tramo de arroyo de características próximas a las naturales, buscando una cierta sinuosidad del trazado y una vegetación de ribera que genere biodiversidad y amabilidad para los paseantes. Debe destacarse que, actualmente, el cajón de hormigón de varios metros de profundidad constituye un evidente peligro ante una eventual caída por parte de alguna persona, y "resulta inconcebible esta estructura" en un entorno que se está configurando como un gran parque público, según los ecologistas.
En ambos casos, se proponen actuaciones para potenciar el uso público, como algunas zonas de merendero sombreadas, u otras para potenciar a la fauna local, como la instalación de cajas para cría y refugio para aves y quirópteros.
La propuesta del Calzas Anchas tiene un presupuesto aproximado de 1,8 millones de euros, mientras que la del Tamarguillo ronda el medio millón de euros.
En ambos casos se pretende demostrar la viabilidad de recuperar para la biodiversidad, para el adecuado funcionamiento de los cauces y para el disfrute ciudadano este tipo de cauces convertidos en canales de hormigón, de forma que vuelvan a tener un paisaje fluvial rico y agradable para las personas, en un contexto también de adaptación al cambio climático y transformación de las ciudades hacia entornos más sostenibles y habitables.