Foto: Europa Press/Archivo
SEVILLA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El empresario jerezano José María Ruiz-Mateos ha vuelto a no comparecer este miércoles ante la juez que investiga el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos pese a que la propia magistrada le había advertido de que, si no comparecía, "la orden de citación podrá convertirse en orden de detención".
Fuentes del caso han informado a los periodistas, en este sentido, de que la juez Mercedes Alaya, a esta hora, no ha dictado la orden de detención anunciada.
Según publica 'El Mundo', el imputado se encontraría enfermo y ese sería el motivo que le impediría comparecer ante la magistrada, por lo que ésta no ha dictado hasta el momento la orden de detención anunciada en espera de que pueda llegar un certificado médico por burofax o cualquier otro medio que acredite que Ruiz-Mateos está realmente enfermo.
Las mismas fuentes han precisado que, en caso de que no llegue dicha certificación, la juez podría ordenar detenerlo y que prestara declaración en el juzgado del lugar en el que se encuentre.
En una providencia, la magistrada Mercedes Alaya recordaba que el empresario fue citado a declarar inicialmente el pasado día 5 de marzo junto a su hijo Zoilo pero finalmente no acudió a la llamada judicial, por lo que lo volvió a citar "a través de la Guardia Civil" para este miércoles, a partir de las 11,00 horas, "con apercibimiento" de que, en caso de no comparecer, "la orden de citación podrá convertirse en orden de detención".
En un comunicado, Ruiz-Mateos ya aseguró que "no irá a Sevilla a declarar" porque "no cree en la Justicia ni en la honorabilidad de los jueces", por lo que "reitero que no iré a Sevilla a declarar, así me ajusticien en plaza pública o me lleven a la picota del descrédito y la trampa permanente". "Haga lo que haga, me quedo en esta casa que no es mía esperando que me detengan, lo único que puedo aguardar en este maravilloso país tomado por sinvergüenzas de la política, la banca y la judicatura", aseveró.
El propio Zoilo, para quien la acusación que ejerce la Junta pidió una fianza de responsabilidad civil de 8,5 millones de euros, sí compareció el pasado miércoles ante la juez y aseguró que desconocía los detalles relacionados con los ERE de las empresas del grupo Nueva Rumasa, pues "todo lo llevaba" su padre y él, como abogado, se dedicaba a coordinar los departamentos jurídicos de las empresas por los litigios contra el Estado por la expropiación de la antigua Rumasa.
Zoilo Ruiz-Mateos, al igual que ya hicieron en su día sus hermanos Javier y Pablo, también imputados en la causa, aseguró no conocer al 'conseguidor' de los ERE y exsindicalista de UGT-A Juan Lanzas así como que se realizaran pagos en metálico o en dinero 'B' al mismo, mientras que también negó conocer la inclusión de 'intrusos'.
La juez Alaya imputa tanto a José María Ruiz-Mateos como a su hijo Zoilo la consecución de los ERE del Hotel Cervantes de Torremolinos (Málaga) y de empresas del grupo como Garvey, Dhul, Complejo Bodeguero Bellavista y Zoilo Ruiz Mateos, lo que fue posible "a través del tráfico de influencias ejercido" por ambos y por Juan Lanzas, "a quien se le pagaría como 'conseguidor' ante la Administración autonómica a razón de 600.000 euros por ERE".
La juez argumenta que José María Ruiz-Mateos "ostentaría la dirección" del grupo Nueva Rumasa "apoyado" por su hijo Zoilo siendo ambos "quienes en última instancia tomaban las decisiones participando junto con otros miembros de la familia en la inclusión de los 'intrusos'" en los ERE del Hotel Cervantes, Dhul o Complejo Bodeguero Bellavista, entre otros.
Hay que recordar que en esta causa, y además de Zoilo, permanecen imputados otros dos hijos del empresario jerezano, como son Javier y Pablo, para quienes la Fiscalía Anticorrupción solicitó fianzas de responsabilidad civil de 8,5 millones de euros en relación al ERE del Hotel Cervantes, donde fueron incluidos como 'intrusos' Carlos Andrés Sendino y José Antonio Cuevas.
Tanto Javier como Pablo aseguraron en su declaración ante la juez Alaya que no intervinieron directamente en el ERE del Hotel Cervantes y negaron haber realizado pagos en metálico o en dinero 'B' a Lanzas.