SEVILLA 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla ha sacado a licitación la explotación del servicio de la cafetería ubicada frente a la biblioteca del complejo universitario, que fue objeto de cierre patronal por parte de la anterior empresa concesionaria, por un canon mínimo de 6.050 euros anuales, pagaderos mensualmente a razón de cuotas de poco más de quinientos euros.
Según las condiciones de la salida a concurso, consultadas por Europa Press, el contratista debe contar con solvencia económica y financiera, así como técnica y profesional; no se exige garantía provisional y la fecha límite de presentación es de quince días naturales a partir de este viernes. El plazo durante el cual el licitador estará obligado a mantener su oferta será de dos meses.
Los pliegos incluyen la subrogación del personal que hasta su cierre venía desempeñando su labor en dicho negocio, y que había comenzado el reparto de octavillas y la recogida de firmas para instar a que el proceso se tramitara con mayor rapidez.
No obstante, la plantilla decidió paralizar sus movilizaciones ante el envío de la documentación a boletín oficial, según confirmó a Europa Press la delegada sindical de CCOO, Rocío Sierra, que expuso que el secretario general del sindicato en Sevilla, Alfonso Vidán, mandó un escrito al Rectorado interesándose por la situación y haciendo hincapié en la necesidad de que el procedimiento pudiera acelerarse.
Los trabajadores que desempeñaban su labor en este establecimiento barajaron alternativas como la creación de una cooperativa entre los propios empleados como modo de reflotar el negocio, si bien "tras hacer números las cuentas no salen", según los mismos, que constataron que esta fórmula no podría prosperar "debido a la gran deuda existente con la Seguridad Social y al hecho de que el anterior empresario se llevó maquinaria que hay que reemplazar".
La UPO, por otra parte, apuntó a su intención de mediar con la empresa que regentaba la cafetería con el fin de tratar de que la situación de los empleados no se vea "lesionada". El rector, Vicente Guzmán, indicó entonces a Europa Press que "vamos a intentar una solución, porque no tenemos responsabilidad real, pero sí moral".