Seis internos realizan el Camino de Santiago: "Han visto que el mundo es distinto y que se pueden integrar"

Grupo de internos y voluntarios en un tramo del Camino de Santiago, en una acción promovida por Instituciones Penitenciarias.
Grupo de internos y voluntarios en un tramo del Camino de Santiago, en una acción promovida por Instituciones Penitenciarias. - ARCHISEVILLA
Publicado: sábado, 12 octubre 2024 12:33

SEVILLA 12 Oct. (EUROPA PRESS) -

Seis internos, cuatro funcionarios, un voluntario de La Caixa y el capellán del Centro Penitenciario de Sevilla II, en Morón de la Frontera, han regresado hace unos días a la capital andaluza tras recorrer el Camino de Santiago entre el 30 de septiembre y el 5 octubre. Esta iniciativa, promovida por la Pastoral Penitenciaria de Sevilla, ha pretendido ofrecer una forma "de liberación de los cautivos. Un camino de reinserción".

Para el sacerdote Roy Madavana, capellán del citado centro penitenciario, "el camino ha sido todo un reto. Hemos aprendido a caminar juntos, hemos experimentado muchísimas emociones que las palabras no me alcanzarían para describir", reconoce a Europa Press. Se trata de una experiencia compartida que jamás olvidarán. "Ha habido muchísimo compañerismo y ha sido muy pedagógico", añade.

"La Pastoral Penitenciaria acompaña, en la cárcel y fuera de ella, en el camino de la libertad, apoyando para que todos los privados de libertad puedan rehacer sus vidas", tal como destaca el capellán. Esta iniciativa es una de las acciones previstas por la Pastoral Penitenciaria en su labor del día a día, centrada en tres ámbitos: la prevención, la atención in situ a personas que cumplen penas privativas y la reinserción.

"El Camino a Santiago, como salida terapéutica, se enmarcaría en este apartado, que se corresponde con el último paso de unos internos que se encuentran muy rehabilitados", afirma el delegado de dicha Pastoral, Félix Quijada, a este medio. En este sentido, los reclusos que forman parte de estas actividades --recientemente tuvieron la oportunidad de visitar las cubiertas de la Catedral-- se encuentran en el Centro de Internamiento Social Luis de Azúa. "Con estas salidas ven que el mundo ahí fuera es distinto, que no son 'bichos raros' y que se pueden integrar en la sociedad de forma normal", destaca el delegado de Pastoral Penitenciaria.

Junto a estas visitas, la delegación diocesana organiza charlas de internos rehabilitados en centros educativos con el objetivo de sensibilizar a los jóvenes, "que conocen experiencias terribles que les han llevado a esa situación, sea por consumo de sustancias prohibidas, por alguna ilegalidad en el mundo laboral o una adicción al juego: Prevenir es la 'mejor vacuna'", subraya de forma categórica el sacerdote.

En cuanto a la atención en el propio centro penitenciario, se dan catequesis de Confirmación, se les prepara para el Bautismo y se llevan a cabo talleres de oración; también de poesía o papiroflexia, entre otras muchas actividades sociales, sin olvidar representaciones de teatro. Asimismo, "colaboramos con ellos desde Cáritas Penitenciaria con un poquito de dinero, que ingresamos en una tarjeta para que puedan comprar algún refresco o llamar a su familia". En este caso, como en todos los demás, siempre con autorización de Instituciones Penitenciarias.

MÁS DE UN CENTENAR DE RECLUSOS

Los seis reclusos de Sevilla han coincidido con un centenar de privados de libertad de trece cárceles españolas que se han adherido a la iniciativa del Camino de Santiago; junto a ellos, otro centenar de funcionarios, capellanes y voluntarios de prisiones.

Todos los peregrinos coincidieron en el célebre Monte de Gozo; desde allí, partieron hasta la Catedral de Santiago. A las doce del mediodía, monseñor Francisco José Prieto, arzobispo de Santiago, presidió la Misa del peregrino. Al finalizar la Eucaristía, todos los participantes recibieron la Compostela.

En la invocación, se pidió por la intercesión del Apóstol "para que la sociedad sea más sensible a la realidad penitenciaria, apostando por la inserción social". Tras la celebración eucarística, el numeroso grupo se desplazó hasta el seminario mayor San Martín Pinario, donde compartieron la comida y las experiencias vividas con el testimonio de reclusos de cada cárcel.

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