SEVILLA 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Semana Santa llegará con buen tiempo a la comunidad autónoma andaluza, con una estabilidad meteorológica que propiciará que el Domingo de Ramos, 29 de marzo, los cielos amanezcan despejados, con opciones nulas de precipitación y con temperaturas máximas que alcanzarían los 27 grados en Sevilla, Cádiz y Huelva.
Así consta en los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), consultados por Europa Press, que hablan a las claras de una situación para esta jornada, la inicial de Semana Santa, en la que los porcentajes de probabilidad de lluvias son inexistentes --salvo en Almería, con un índice residual del 5 por ciento--. Las máximas más bajas serían los 20 grados de Jaén y Granada.
De hecho, ya para el 27 de marzo, Viernes de Dolores, la tesitura será bastante similar, con los termómetros marcando valores también primaverales que, no obstante, serán algo más bajos --entre los 16 de Jaén y los 23 de Sevilla y Huelva-- y cielos cubiertos y opciones de lluvia, sobre todo en Jaén, con un 55 por ciento, y en Granada, con un 35 por ciento; Cádiz y Córdoba registrarán un 20 por ciento. El 28 de marzo, Sábado de Pasión, desaparecerían las lluvias y las temperaturas subirían.
No obstante, durante el comienzo de semana las opciones de precipitación continuarán siendo altas, sobre todo este martes, situación que se prolongará al miércoles en puntos de Andalucía Oriental, mientras que las temperaturas serían algo más bajas.
Así, a partir del jueves comenzará a predominar el tiempo anticiclónico y subirán los termómetros, de modo que el primer fin de semana de la Semana Santa la mejoría se notará en todo el país.
Según ha explicado a Europa Press el portavoz de la Aemet, Ángel Alcázar, este martes las precipitaciones serán generalizadas en casi toda la Península y localmente fuertes o persistentes en el sureste, Baleares, Comunidad Valenciana y después, comenzará a verse afectada el área Cantábrica, sobre todo Cantabria y País Vasco y, de forma más débil en Asturias y Galicia.
Respecto al miércoles, Alcázar ha apuntado que la inestabilidad saldrá al Mediterráneo y se notará un "cambio de tendencia bastante importante" en la mayor parte del país, menos en el nordeste peninsular, porque la inestabilidad se concentrará en el extremo nordeste y Baleares.
"Lo más importante es que se definirá un flujo de norte muy claro en prácticamente toda la Península y eso hará que bajen las temperaturas bastante, sobre todo en la zona de Cataluña; en cambio, quedará al margen de la bajada la zona más al sur de la Península", ha comentado.