Juicio jurado
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 19 abril 2017 15:35

La Fiscalía mantiene su petición de 23 años de cárcel para el marido de la fallecida por delitos de asesinato y malos tratos habituales

SEVILLA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los dos médicos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla que practicaron la autopsia al cadáver de María del Águila P.H., la mujer asesinada supuestamente a manos de su marido en junio de 2015 en la localidad de Alcalá de Guadaíra, han informado este miércoles de que la víctima sufrió hasta nueve golpes con la tapa de la cisterna de un váter de la casa que ambos compartían.

Durante la tercera jornada del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Sevilla, han declarado los forenses que realizaron la autopsia, la forense que intervino en el levantamiento del cadáver, dos peritos del Instituto Nacional de Toxicología, un policía local de Alcalá y dos agentes de la Policía Científica, entre otros.

Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que, una vez concluidas estas comparecencias, la Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de 23 años de cárcel para el acusado, Mario C.M., por presuntos delitos de asesinato y malos tratos habituales, en ambos casos con la agravante de parentesco.

De su lado, el abogado José María Núñez, que ejerce la acusación particular en nombre de las dos hijas de la pareja, ha solicitado para el investigado 28 años de prisión por delitos de asesinato y malos tratos, retirando el año de cárcel que reclamaba por un delito de amenazas al incluir las mismas en su acusación por el delito de malos tratos.

Por su parte, la acusación que ejerce la Junta de Andalucía se ha adherido a la petición de 23 años de cárcel planteada por la Fiscalía, mientras que los abogados de la defensa, Pablo y Luis Salazar, han interesado la libre absolución de su patrocinado.

TRES HERIDAS DE ARMA BLANCA EN LA ESPALDA

En su intervención en el juicio, los dos médicos forenses que realizaron la autopsia han informado de que el cadáver presentaba, por un lado, una serie de heridas producidas por arma blanca, en concreto tres heridas inciso-punzantes en la espalda, que eran "superficiales y no mortales", y varios cortes en las manos.

Según han precisado, estas últimas heridas son de defensa y se produjeron cuando la víctima intentó detener las acometidas cogiendo el arma blanca.

De otro lado, los forenses han dicho que la mujer presentaba también heridas producidas por un objeto contundente, compatibles con el uso de la tapa de la cisterna. En concreto, se trata de nueve heridas contusas, tres de ellas sufridas antes de que se "rompiera" la tapa de la cisterna y las seis restantes producidas una vez "rota" dicha tapa.

FRACTURAS CRANEALES

Los forenses han precisado que estas últimas heridas estaban localizadas "fundamentalmente" en la cabeza y la cara, señalando que las heridas que causaron la muerte de esta mujer fueron las sufridas en la cabeza, las cuales "provocaron fracturas craneales y hemorragias internas".

Tras indicar que las lesiones sufridas en la cabeza fueron producidas por "una gran y alta energía", los forenses han agregado que la víctima sufrió "todas y cada una de las lesiones mientras estaba viva". "La víctima no falleció inmediatamente", sino que recibió los golpes "mientras estaba viva y agonizando", lo que duró "poco tiempo" dada la "entidad" de las lesiones.

Este miércoles, también ha comparecido por videoconferencia la forense que intervino en el levantamiento del cadáver, que ha indicado que la mujer se encontraba en el suelo del cuarto de baño, boca abajo, y ha enumerado las distintas lesiones que pudo observar en ese momento, añadiendo que "es muy compatible" que las mismas fueran producidas por la tapa de la cisterna.

"MÚLTIPLES" MANCHAS DE SANGRE POR LA VIVIENDA

Asimismo, ha asegurado que las lesiones analizadas son "compatibles" con el hecho de que el acusado siguiera golpeándola una vez rota la tapa de la cisterna y ha descrito las "múltiples" manchas de sangre que había tanto en el cuarto de baño como en el pasillo y hasta el dormitorio del matrimonio.

En su declaración, el acusado relató que la madrugada del 3 de junio de 2015 se levantó y vio al fondo del pasillo a su mujer "agachada y abrazada a otro hombre", añadiendo que su esposa le dijo a este hombre que se marchara y, a continuación, cogió una navaja y le hirió en una mano, una rodilla y un testículo.

El imputado afirmó que ya no recuerda nada más hasta que vio a su mujer tumbada en el suelo del cuarto de baño, ensangrentada y sin moverse, momento en el que se sintió "mal, raro".

"NO HE GOLPEADO A MI MUJER EN MI VIDA"

Seguidamente, intentó llamar a la Policía, pero como no se acordaba de su teléfono, se puso en contacto con su hermano "para que llamara a la Policía" y para avisarle de que su mujer estaba tumbada en el suelo del cuarto de baño y que no se movía.

Preguntado por las puñaladas y el golpe con la tapa de la cisterna que propinó a su mujer, el encausado dijo que, "según los hechos que se relatan, fue así, pero yo no me acuerdo". "No he golpeado a mi mujer en mi vida", puso de manifiesto el investigado, que negó asimismo las amenazas que le atribuyen las acusaciones o que en el año 2008 hubiera tirado de los pelos a su esposa.

El acusado, que desveló que desde el año 2013 grababa las conversaciones con su esposa porque "temía por su vida", indicó que en el momento de los hechos su estado mental "era malo" tras sufrir un accidente laboral en 2008 que le provocó una depresión y que ha tenido varios episodios de pérdida de memoria, añadiendo que la víctima le agredió "en varias ocasiones" y él "nunca" le golpeó.

Asimismo, aseguró que, en los 27 años de matrimonio con la fallecida, nunca insultó a su mujer ni a sus hijas, sino que únicamente "intentaba rebatir y explicar su punto de vista" en los momentos en que se producía alguna discusión.

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