SEVILLA 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado en su sesión de este miércoles la adjudicación del contrato del servicio de asistencia técnica para el análisis arqueológico de las obras del proyecto de medidas de emergencia en el Molino de la Torre Blanca, ubicado en el Parque del Guadaíra, con el fin de "eliminar los riesgos evidentes que presenta este inmueble y garantizar su preservación y seguridad" con actuaciones que son "urgentes y provisionales".
La asistencia técnica la realiza, finalmente, la empresa Hermanos Rosa Gestión de Obras y Servicios SLU por un importe de 10.109 euros (IVA incluido) en un plazo de ejecución de un mes, al haber realizado la oferta económica más ventajosa de todas las presentadas, han informado fuentes municipales a Europa Press.
El proyecto redactado por la Gerencia de Urbanismo se centra en "devolver" a este Bien de Interés Cultural (BIC), que forma parte del Catálogo Periférico de Protección del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), las "necesarias condiciones de seguridad, tanto para el propio edificio como de cara a evitar posibles intrusiones en el mismo", han recordado las fuentes consultadas.
En primer lugar, la intervención implica tabicar los huecos existentes en la planta baja para impedir el acceso a la torre. Asimismo, recoge medidas para eliminar el riesgo de caídas, tales como un "cimbrado de los huecos a modo de apuntalamiento de los mismos mediante la colocación de mallas de protección". Respecto al hueco central que presenta la bóveda de la planta primera, se procede a ejecutar una plataforma con "ligeros anclajes en el suelo para su mantenimiento en su posición correcta". En cuanto a la intervención en las fachadas y cubiertas, se elimina la vegetación que existe actualmente, la consolidación de aquellos elementos que presenten riesgos de desprendimientos y el cierre de los mechinales, que han quedado sin protección tras la demolición de los restos del molino.
Los orígenes de esta torre defensiva se remontan al periodo andalusí y sus restos remiten a un modelo de torre militar extendido por el Bajo Guadalquivir durante el siglo XIV, a la que se adosaba un molino, que aprovechaba para su funcionamiento la fuerza del agua de un meandro del Guadaíra que discurría en sus inmediaciones.