La US (Sevilla) no detecta efectos ambientales "significativos" tras los dragados en el estuario del Guadalquivir

Imagen de recurso en relación con el dragado en el Guadalquivir.
Imagen de recurso en relación con el dragado en el Guadalquivir. - US
Publicado: jueves, 24 octubre 2024 13:05

El monitoreo del Laboratorio de Biología Marina arroja que el impacto fue "pequeño y de corta duración"

SEVILLA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla (US), en colaboración con la Universidad de Cádiz y la Universidad Pablo de Olavide, ha llevado a cabo un monitoreo del estuario del Guadalquivir en el que se han estudiado los impactos de los dragados de mantenimiento realizados en 2015, 2017 y 2019 para garantizar el calado suficiente que permita la navegación segura.

Según acaba de publicar la revista 'Ocean and Coastal Management', en estos estudios "no se detectaron efectos significativos en las características del agua, el sedimento o las comunidades biológicas del estuario", sino que "los efectos detectados fueron pequeños y de corta duración", tal como informa la US en un comunicado.

Los dragados de mantenimiento en los canales de navegación de grandes ríos son una práctica habitual. En el estuario del Guadalquivir, estos dragados se realizan periódicamente con este fin. Sin embargo, estas intervenciones pueden generar un impacto sobre las características fisicoquímicas del sistema y de las comunidades biológicas, tanto en la columna de agua como en las que habitan en el lecho del río.

Según la investigación, los efectos de los dragados de mantenimiento son muy variables, ya que dependen de múltiples factores, como las condiciones naturales del entorno, el tipo de obra realizada y las características biológicas del sistema. Por ello, es esencial evaluar los impactos de forma individual en cada caso.

El Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla ha llevado a cabo un monitoreo continuo del estuario del Guadalquivir desde 2013, financiado por la Autoridad Portuaria de Sevilla. Para desarrollar el análisis, los investigadores utilizaron técnicas novedosas en este tipo de estudios, como el análisis de isótopos estables, para evaluar los efectos en la red trófica del estuario.

A pesar de las preocupaciones sobre los posibles daños ecológicos derivados de los dragados, los estudios concluyen que no se detectaron efectos significativos. La investigación detectó un ligero aumento de los nutrientes en la zona de dragado, reflejado en la señal isotópica del gobio Pomatoschistus sp., que podría emplearse como bioindicador en futuros estudios de impacto ambiental.

EVALUACIÓN PERIÓDICA

En estudios anteriores, que evaluaron los efectos a largo plazo, no se encontraron alteraciones significativas en la red trófica del ecosistema. Sin embargo, los investigadores aseguran que ya que todo impacto ecológico puede variar notablemente en función de las condiciones, es esencial seguir evaluándolos de manera periódica y adaptada a cada circunstancia.

Por otro lado, una gran descarga de agua desde la presa de Alcalá del Río durante el periodo de estudio, que liberó más de 1000 m3 por segundo hacia el estuario, tuvo un impacto significativamente mayor en las variables estudiadas que el propio dragado. Las comunidades bentónicas de la parte interna del estuario del Guadalquivir presentan un estado ecológico pobre, especialmente en comparación con las de otros estuarios cercanos, como el Guadiana.

Por ello, además de los dragados de mantenimiento, se están considerando otros factores, como los cambios en la salinidad y la gestión del agua dulce, que podrían tener un efecto más relevante sobre estas comunidades.

Este estudio forma parte del compromiso de la Autoridad Portuaria de Sevilla con la gestión sostenible del estuario del Guadalquivir, financiando investigaciones que promueven una mejor comprensión y gestión de este entorno natural. Gracias a este trabajo y a los estudios previos, el estuario se ha convertido en un referente a nivel mundial para este tipo de investigaciones, demostrando cómo el conocimiento científico acumulado es clave para mejorar la gestión y conservación de los sistemas naturales.