SEVILLA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Feria de Abril arranca el próximo 20 de abril y Sevilla ya ha colgado las túnicas, capirotes y capas para dar paso a los volantes, mantones y flores. El traje de flamenca es uno de los trajes regionales más típicos y el único influenciado por la moda, invadiendo los meses de febrero y marzo de desfiles de los principales diseñadores que marcan las últimas tendencias.
Y es que el traje de flamenca favorece a la mujer, dándole un encanto que hace que, una vez te hayas vestido por primera vez, siempre quieras repetir.
No obstante, no es tan sencillo. Como todo, tiene su protocolo, sus tradiciones y, como hemos dicho, sus tendencias. La flamenca del 2015 no vestirá igual que la de 2010, ni mucho menos igual que la de 1990. Por ello, cada año hay que actualizarse, consultar las pasarelas de moda y adaptar tu modelo.
En Sevilla, hace tiempo que las tiendas están rebosantes de colores feriantes para que las flamencas completen sus modelitos de esta temporada, si bien la cuenta atrás ha comenzado y para las visitantes que nunca se hayan vestido de flamenca o para las sevillanas que lo hayan dejado para última hora, aquí van algunas de las claves para ir a la última en cuanto a vestirse de flamenca se refiere.
EL TRAJE DE FLAMENCA.
Ya llevamos muchas temporadas viendo cómo las líneas básicas de los trajes de flamenca tienden a centrarse en mangas largas, talle bajo y extremadamente estrecho, mínimo hasta la cadera. El traje con el talle ajustado a la cintura, sin mangas o con volantes en el hombro, hace mucho que fue desterrado.
Las telas son un abanico abierto a gusto del consumidor, el popelín es el más típico de los tejidos para el traje de flamenca, aunque últimamente ha dejado paso más al lino, el tul con plumeti o guipur.
Una de las prioridades en los últimos años es que el traje sea más ligero, dadas las altas temperaturas que se suelen dar en Sevilla para esta época y la cantidad de horas que tendrás que cargar con él, bailando, comiendo y bebiendo.
Otra tendencia muy arraigada desde hace varias ferias es el tradicional corte 'canastero', estrecho hasta la cadera, desde donde se abre una falda con volantes unidos, haciendo el efecto de volante único.
Es una forma más típica de las batas rocieras, muy extendida ahora entre los trajes de flamenca, si bien los diseños que se le pueden dar al traje son ilimitados. El más generalizado es pegado hasta la cadera y falda con tres o cuatro volantes, para lucirlos al bailar.
Una vez elegida la forma y el tejido, sólo tienes que escoger entre la gran variedad de colores y estampados que ofertan las galerías o tiendas de telas y ponerte manos a la obra. El clásico por excelencia es el rojo de lunares blancos. Muy flamenco.
Todo ello siempre que quieras hacértelo a medida, si no, también hay numerosas tiendas de flamenca con los trajes ya confeccionados donde sólo tendrías que elegir el que más te guste y pedir que te lo adapten a tu cuerpo, si fuera necesario.
Tanto para confeccionarlo a medida como para comprarlo ya hecho, una de las diseñadoras más de moda en los últimos tiempos es Rocío Peralta, quien cuenta con una tienda en la calle Muñoz Olive, donde podrás ver sus trajes y diseños.
LOS COMPLEMENTOS.
Los complementos son la parte más importante a la hora de vestirse de flamenca. Un traje cambia por completo según lo combines. La imaginación es libre y las mezclas infinitas. Eso sí, hay cuatro básicos que no te pueden faltar.
1. Un mantón.
Hay personas que han tendido a no ponerse mantón --mantoncillo--, poniendo toda la carne en el asador con el vestido, o incluso algunas que se han atrevido con unos flecos incorporados en el escote del traje.
Si bien, lo más recomendable es que nunca falte el mantón. Es la clave del conjunto de flamenca. En 2014, los mantoncillos de terciopelo, de seda pintados a mano, encaje o plumeti, inundaron el Real. Muy típicos también los bordados en flores y los picos.
La forma de colocárselo también es fundamental, siendo la situada sobre los hombros y abrochado en el escote la última tendencia. Ya sea por contraste o por sintonía con los colores del traje, una cosa no se entiende sin la otra. Un clásico también colocárselo en 'v', abrochado a la altura del estómago.
2. Una flor.
Es la esencia de toda flamenca. Nunca la pierdas o no te hallarás sin ella. Tanto el año pasado como este, está de moda la composición de diferentes flores y colores. La originalidad es un punto que da valor al modelo elegido, siempre dentro de unos límites.
Además, muchas tiendas de flores decorativas para el hogar en estos días se dedican a adaptarte la flor que más te guste para que la puedas lucir de flamenca.
Un ejemplo de ello es la tienda Blanco Azahar, en la calle José Gestoso de la capital hispalense. Las hortensias y peonías son la tendencia más extendida, dejando en un segundo plano a la típica rosa.
La flor siempre arriba. Sí, cual maceta, pero vestirse de flamenca es un todo y en su conjunto favorece. No obstante, también es muy típico ponerse la flor al lado.
3. Unos pendientes.
La moda está cambiando tanto este traje regional que hasta los pendientes más tradicionales de flamenca están quedando desfasados.
Unos pendientes dorados con alguna piedra preciosa, incluso con un toque vintage, son la última moda. En cualquier caso, los tradicionales aros de flamenca nunca pasan de moda y siempre favorecen.
4. Un broche.
Ocurre lo mismo que con los pendientes, ya no hace falta que sea del color del traje o mantoncillo. Escoge un broche neutro, ya sea en color dorado o plateado envejecido, que te combine con cualquiera de los trajes.
EL PEINADO, MAQUILLAJE Y CALZADO.
La ceremonia de vestirse de flamenca es un debate que está reñido. Hay versiones para todos los gustos, aunque, sin duda, el peinado más clásico y en boga es el recogido.
En este sentido, la variedad es ilimitada, desde una trenza, coleta, coca o moño y hasta una diadema natural con tu trenza. En cualquier caso, fija bien el recogido y pide ayuda para ello, puesto que deberá aguantar horas bailando sin parar.
Otra forma tradicional de peinarse es con el pelo suelto o semirecogido y, como hemos dicho antes, la flor al lado.
Después de todo esto, ya sólo te quedará maquillarte, si así sueles hacerlo, si bien siendo siempre natural para que no reste protagonismo al conjunto de flamenca, así como buscarte un calzado cómodo que te permita no arrastrar el traje pero disfrutar todo el día.
El calzado más común son las espartos con cuñas o los típicos tacones de flamenca.