SEVILLA 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El cabeza de lista de Vox al Parlamento de Andalucía por la provincia de Sevilla, Javier Cortés, ha denunciado "la agonía del sector arrocero en Sevilla, ante la falta de agua" para riego en plena sequía, algo que ha atribuido a "las nefastas políticas agrarias e hidrológicas de los partidos tradicionales y apesebrados".
Cortés ha realizado estas afirmaciones tras su visita a las tablas de arroz de la pedanía de Los Chapatales, en el término municipal de la localidad sevillana de Los Palacios, donde "la imagen que presentan los tierras donde debería estar creciendo el arroz es dantesca, con cientos de hectáreas secas y sin sembrar", toda vez que el pasado mes de mayo, el pleno de la Comisión de Desembalse de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) aprobó un desembalse de 600 hectómetros cúbicos para el riego de los cultivos, lo que supone un 35,1% menos que el aprobado en 2021, ya considerado un mal año, ante la "grave" situación de los pantanos por la falta de precipitaciones.
Según la CHG, hasta el 30 de abril, los pantanos de la cuenca del Guadalquivir habían acopiado un 22 por ciento menos que la media para el mismo período de los últimos 25 años.
El presidente de Vox Sevilla ha señalado, en este contexto, "la dramática situación económica en la que quedan las miles de familias que viven directa e indirectamente de este cultivo, del que Sevilla ha sido hasta ahora una de las grandes productoras".
Acompañado por el vicepresidente de Acción Política de Vox y representante de esta formación en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, Cortés ha opinado que "el fanatismo climático y el globalismo que pretenden imponer desde Europa han convertido el día a día de miles de agricultores sevillanos en un auténtico calvario, con la permisividad de gobiernos del PP y del PSOE, quedando a merced de terceros países".
"Los agricultores no quieren ayudas, quieren cultivar la tierra y competir en el mercado de igual a igual", ha defendido Cortés, quien ha señalado que el sector afronta además que el precio del abono se ha multiplicado por cinco, pasando de 200 euros la tonelada a 1.000 euros; el litro del gasóleo b, de 0,50 euros a casi 1,50 el litro; o el coste de la factura eléctrica que está por las nubes, extremos derivados de la crisis energética y de la invasión rusa de Ucrania.
Esto hace que "muchos agricultores tienen que decidir entre seguir trabajando la tierra o llenar la nevera un mes más", ha subrayado Cortés, considerando que "Andalucía necesita un cambio real que defienda sin miedos ni complejos el campo y la elaboración de un Plan Hidrológico Nacional que permita aprovechar hasta la última gota de agua que sobra en otras comunidades y que actualmente se pierde en el mar".