El administrador apostólico de Zaragoza apela a la solidaridad, en especial con los más vulnerables

ZARAGOZA, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -

El administrador apostólico de la Archidiócesis de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, ha oficiado este lunes, 12 de octubre, la misa pontifical en honor a la Virgen del Pilar, en la que ha apelado a "una globalización de la solidaridad, especialmente con las personas más vulnerables".

"Vivimos tiempos de hondo sufrimiento, incertidumbre y perplejidad, que agudizan el cuidado de la fragilidad, especialmente de las personas ancianas. Ante el virus, debemos cultivar la confianza en Dios, que nunca nos abandona; crecer en responsabilidad personal y colectiva; y dar paso a la creatividad y a las propuestas constructivas", ha considerado monseñor Jiménez.

La misa con motivo de la fiesta de la Virgen del Pilar, patrona de la ciudad de Zaragoza y de la Hispanidad, se ha celebrado cumpliendo las limitaciones de aforo establecidas por la pandemia de la COVID-19 ya que la capital aragonesa, de forma preventiva, se encuentra en fase 2 coincidiendo con los días en los que se deberían celebrar las fiestas patronales. El aforo máximo es de 366 personas en la zona del altar mayor --donde se celebran las misas-- y de 166 en la Santa Capilla.

Monseñor Jiménez ha indicado en la homilía que la festividad de la Virgen del Pilar se celebra este año "en circunstancias extraordinarias". "La pandemia del coronavirus, desde el mes de marzo, ha trastocado inesperadamente nuestras vidas. La pandemia ha sido una auténtica tempestad pues ha desenmascarado nuestra vulnerabilidad y ha dejado al descubierto nuestras falsas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, nuestras rutinas y prioridades", ha añadido.

En este sentido, el administrador apostólico ha explicado que a pesar de que no se desarrollen los actos habituales de las Fiestas del Pilar --"la multitudinaria Ofrenda de Flores, la solidaria Ofrenda de Frutos, el fervoroso Rosario de Cristal"-- "no por eso hemos dejado de celebrar su tradicional novena", organizada por el Cabildo Metropolitano, "que nos ha preparado a su fiesta".

En palabras de monseñor Jiménez, "hoy, aún en medio de la crisis de la pandemia, festejamos con júbilo el día grande de nuestra Señora del Pilar, unidos a tantos hermanos de Aragón, de España y de las naciones hermanas de Hispanoamérica".

OBTENER PROTECCIÓN

El administrador apostólico de la archidiócesis ha dicho que padres y antepasados "siempre han acudido a la Virgen del Pilar para obtener su protección en momentos de peligro y angustia, en tiempos de guerra y de paz, en épocas de pestes y epidemias".

A su entender, este lunes, 12 de octubre, es un día para celebrar la presencia de la Virgen del Pilar, para "mirar el futuro con esperanza y para la oración suplicante en estos tiempos de pandemia".

"Miramos el futuro con esperanza. Como creyentes, desde la mirada preocupada y a la vez confiada en el presente, acogemos los desafíos que nos plantea la grave crisis sanitaria, social, económica y laboral causada por la pandemia de la COVID-19, como una llamada a la conversión pastoral, a la salida misionera, al testimonio personal y en la vida pública", ha expresado.

Monseñor Jiménez ha manifestado que en este camino de "esperanza", también se cuenta con los frutos del Congreso Nacional de Laicos, celebrado en Madrid, del 14 al 16 de febrero de este año. "Este gran acontecimiento de Pueblo de Dios en salida nos ha marcado unos itinerarios que vamos a trabajar juntos: primer anuncio; acompañamiento; formación; presencia pública, con las claves de la sinodalidad y del discernimiento".

Asimismo, ha detallado que la Programación Pastoral Diocesana para el curso 2020-2021 es "un buen instrumento para responder a las necesidades apuntadas convirtiéndonos en 'Una Iglesia con corazón en tiempos de pandemia'".

NUEVO ARZOBISPO

El administrador apostólico ha afirmado que la Virgen del Pilar "nos invita hoy y siempre a volver la mirada y el corazón a Dios, a confiar en Él, sabiendo que es Dios es Padre que nos ama y nunca nos abandona, ni en la enfermedad ni en la muerte ni en tiempos de pandemia.

De modo especial, ha rezado por el nuevo arzobispo, monseñor Carlos Escribano Subías, "que viene a nosotros en el nombre del Señor, para ser el pastor fiel y solícito que guíe a esta Diócesis querida de Zaragoza".

"Nuestra Madre la Virgen del Pilar ha estado siempre presente en la historia de nuestros pueblos y de nuestras gentes de Aragón", ha agregado monseñor Jiménez.

Asimismo, ha invocado la intercesión de la Virgen del Pilar "por todos aquellos que son probados duramente por la pandemia y por cualquier otra aflicción", ha perseverado en la oración por todos aquellos que han muerto y, al mismo tiempo, ha renovado el propósito de "ser testigos del Resucitado y anunciadores de una esperanza cierta, que trasciende los límites de este mundo".