MADRID/ZARAGOZA 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Aragón es la comunidad autónoma con menor prevalencia de población con diabetes tipo 1, según el estudio 'Más allá de la insulina' presentado este miércoles por la Fundación DiabetesCERO, que revela marcadas diferencias regionales, sitúa a Cantabria y Extremadura a la cabeza y subraya la necesidad urgente de más investigación.
Con una prevalencia de 166.564 personas según datos del Ministerio de Sanidad, lo que representa un 0,36% de la población española, la diabetes tipo 1 afecta más a hombres (89.245 hombres, un 0,39%) que a mujeres (77.317 mujeres, el 0,33%). Su ritmo de crecimiento actual, "supone un desafío para el sistema de salud público", ya que se observa un 2,5% anual frente al ritmo de crecimiento de la población española, con un 0,6%.
Por comunidades, atendiendo a la prevalencia en términos porcentuales y comparando con la media (0,36%): el 1,60 por ciento de su población sufre diabetes tipo 1; le sigue Extremadura con un 0,74, Galicia con un 0,69% de su población, Murcia (0,43%), Navarra (0,39%), Madrid (0,38%), Canarias (0,37%), Cataluña (0,34%), Castilla y León (0,33%), La Rioja (0,33%), Comunidad Valenciana (0,31%), Andalucía (0,29%), Baleares (0,26%), País Vasco (0,23%), Asturias (0,19%), Castilla-La Mancha (0,17%) y Aragón (0,15%).
Si bien, el impacto de la diabetes tipo 1 en la población global puede parecer pequeño en comparación a otras enfermedades, la tasa de hospitalización por complicaciones y patologías relacionadas, hablan de la dimensión del problema para los pacientes y las familias que conviven diariamente con esta enfermedad.
Los pacientes de diabetes tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio, con 210,73 hospitalizaciones por cada 100.000 personas con diabetes, frente a las 125,2 por cada 100.000 de las personas que no sufren esta patología, según datos del Ministerio de Sanidad. A lo que se suman retinopatías, ictus, cetoacidosis o amputaciones.
En 2022, fueron 298,38 por cada 100.000 las personas con diabetes que sufrieron la amputación de algunos de sus miembros inferiores. Y 216,13 personas cada 100.000 con diabetes sufrieron un ictus o infarto cerebral, siendo Asturias, Aragón y La Rioja las comunidades con una tasa superior. Además, el 93,2 por ciento de las mujeres con diabetes sufren complicaciones durante su embarazo, parto o puerperio.
En cuanto a la tasa de hospitalización, los datos reflejan un incremento en la presión hospitalaria por diabetes tipo 1, aumentando a 15,8 hospitalizaciones por cada 100.000 personas. El impacto varía en función de la región y los recursos disponibles, siendo Ceuta y Melilla las regiones con las tasas de hospitalización más elevadas, con más de 45 hospitalizaciones por cada 100.000 habitantes. En el otro extremo se encuentran Castilla La Mancha, Asturias, Andalucía, Madrid y La Rioja, con los índices más bajos de España.
El impacto de la diabetes en la mortalidad se acentúa con la edad, sobre todo a través de las complicaciones asociadas. Si bien no hay un registro claro que distinga defunciones por diabetes tipo 1 de tipo 2, en pacientes de entre 55 y 64, la mortalidad de la enfermedad se sitúa en 7,4 defunciones por cada 100.000 habitantes, y en 195,3 entre los mayores de 75 años.
La mortalidad prematura muestra una tasa ajustada por edad situada en 4,1 por cada 100.000 habitantes en 2022. La Rioja y Murcia registra la mayor tasa de mortalidad prematura de la península (6,6 y 6,40 por cada 100.000 habitantes respectivamente), mientras que Madrid es la que menos muertes registra, con 1,3 por cada 100.000 habitantes. En medio, se encuentran Canarias (4,8), Cataluña (3,2) o País Vasco (3,0).
La incidencia de la diabetes tipo 1 en España ha alcanzado los 12,50 casos por cada 100.000 personas, es decir, cada año en España se diagnostican 6.000 nuevos casos. En menores de 14 años, la incidencia es aún más alta, con 18,80 casos por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con el T1D Index de 2024. Según estimaciones de Sanofi en 2023, en España se diagnostican cada año entre 1.200 y 1.500 nuevos casos de diabetes tipo 1 en menores de 15 años. Estos datos reflejan la necesidad de poner en marcha acciones preventivas y de mejora en el diagnóstico temprano.