ZARAGOZA 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Aragón gestiona anualmente 700.000 toneladas de residuos de construcción y demolición, los denominados RCD, de los cuales se recicla el 51%.
"El objetivo del Gobierno de Aragón es alcanzar el 70% de valorización de estos desechos, según marca el Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón, Prevención y Economía Circular 2024-2030 que se ha presentado recientemente", ha asegurado el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, en la inauguración del II Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) que tiene lugar en la Feria de Zaragoza bajo el lema Los RCD en circularidad para la construcción.
Blasco ha estado acompañado por el director general de Feria de Zaragoza, Rogelio Cuairán Benito; y el presidente del Comité Organizador, José Ignacio Tertre Torán, en un evento que reúne a más de 450 congresistas y 80 ponencias nacionales e internacionales, además de diversas comunicaciones.
La cifra de RCD en la comunidad ha ido creciendo en los últimos años, pasando de las 500.000 toneladas anuales a las 700.000 registradas actualmente.
Algo más de la mitad de estos materiales logra ser reciclado, un objetivo que está todavía lejos de cumplir el objetivo del 70% que marca la Ley de Residuos.
Para alcanzar este porcentaje el plan, que ahora se encuentra en fase de exposición pública, incluye varias medidas para la valorización de residuos de construcción y demolición y lograr este objetivo.
MEDIDAS INCLUIDAS EN EL PLAN
En primer lugar, ha indicado el consejero, se establece que los productores o gestores deben clasificar los residuos no peligrosos en fracciones específicas como madera, minerales, metales, vidrio, plástico y yeso.
Además, se deben identificar y clasificar elementos reutilizables como tejas y sanitarios, preferentemente en el lugar donde se generan los residuos.
Para fomentar una adecuada gestión de los residuos, se organizarán actividades de concienciación y sensibilización en colaboración con asociaciones de gestores, en las que se hará hincapié en la importancia de mejorar la segregación en obra de materiales específicos para facilitar su valorización. El plan también refuerza el control sobre la gestión final de los residuos.
Asimismo, se exigirá que las memorias de gestión anuales de los gestores finales permitan verificar el destino final de los residuos valorizados.
Además, antes de devolver la fianza tras la realización de obras, las entidades locales deberán comprobar que todos los residuos han sido entregados a un gestor autorizado o a un punto limpio.