La Asociación Ictus de Aragón centra su campaña de 2024 en concienciar de las secuelas "invisibles": disfagia y afasia

Presentación de los actos por el Día Mundial del Ictus 2024, en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Presentación de los actos por el Día Mundial del Ictus 2024, en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. - FABIÁN SIMÓN
Publicado: lunes, 28 octubre 2024 14:03

ZARAGOZA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

Más de 6.000 aragoneses padecen secuelas de ictus en la actualidad, una enfermedad que alcanza la cifra de 3.000 casos anuales en la comunidad autónoma. Este año, la Asociación Ictus de Aragón (AIDA) pretende poner el foco, en su campaña con motivo del Día Mundial, el 29 de octubre, en las alteraciones "invisibles" relacionadas con la deglución --disfagia-- y la comunicación --afasia-- que padecen algunos de los supervivientes.

El jefe de Neurología Vascular en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, Javier Marta, acompañado del presidente y la logopeda de AIDA, Miguel Lierta y Marta Mañeru, respectivamente, y de la presidenta de la Sociedad Aragonesa de Neurología (SARAN), Elena Muñoz, ha explicado que bajo el lema de este 2024, 'La realidad del ictus: vivir y convivir con alteraciones de la deglución y comunicación', la Asociación Ictus de Aragón busca concienciar sobre estas dificultades concretas para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

A nivel nacional, entre un 30 y un 50 por ciento de los supervivientes de un ictus presenta disfagia --dificultad para transformar, manejar y tragar alimentos líquidos y/o sólidos de forma eficaz--; y, al menos, un tercio de ellos, entre un 33 y 55 por ciento, experimenta secuelas comunicativas como la afasia --trastorno del lenguaje adquirido que provoca dificultad para hablar o entender--.

En estos casos, el tratamiento logopédico es "crucial" para mejorar las complicaciones derivadas del ictus, tal y como ha señalado Marta Mañeru, algo que ha complementado Javier Marta al agregar que el 80 por ciento de los ictus "se podrían evitar con un buen control de los factores de riesgo, en especial de la hipertensión arterial y tabaco", puesto que "solo tenemos un cerebro y hay que cuidarlo en todas las etapas".

Respecto a estas secuelas "invisibles", la logopeda de AIDA ha apuntado que su carácter es "limitante", tanto para la vida laboral como social. Como consecuencia del daño cerebral adquirido, la forma de comunicarse, comprender, y expresarse a través del lenguaje --oral y escrito-- puede verse afectada y, por ende, la interacción con los demás, desembocando en el "aislamiento" de la persona por su incapacidad comunicativa, ha anotado Mañeru.

Además, ha continuado la logopeda, estas personas experimentan anomia en mayor o menor grado, es decir, dificultad para acceder y producir palabras.

Por su parte, Javier Marta ha afirmado: "Más allá de las secuelas físicas de los ictus, las cognitivas y emocionales nos pueden llevar a una pérdida de autonomía y demencia. De hecho, los problemas vasculares del cerebro y el Alzheimer son dos causas fundamentales de demencia y se potencian una a la otra".

SÍNTOMAS Y ALARMA

El ictus es la primera causa de muerte en Aragón en mujeres y la tercera en hombres. Así, cada año, en la comunidad autónoma se hospitalizan 2.000 ictus isquémicos --obstrucción de arteria por un trombo-- y 500 hemorrágicos --rotura de un vaso sanguíneo--, lo que se traduce en que, cada día, se registran entre 8 y 10 casos, de los cuales dos fallecen y tres sufren secuelas graves. La atención a esta enfermedad representa el 3 por ciento del gasto sanitario.

El jefe de Neurología Vascular del Hospital Miguel Servet ha indicado que la mortalidad en ictus isquémico en 2023 ha sido del 9 por ciento en el primer mes, una mejora considerable en las últimas décadas. Sin embargo, la "asignatura pendiente" es el impacto del hemorrágico, que se fija en torno al 31 por ciento. Por ello, ha recalcado la importancia de la labor de vigilancia y cuidados de las unidades y áreas de ictus en los hospitales aragoneses porque "ha permitido reducir en un 30 por ciento la mortalidad".

"En Aragón, se dispone de una organización bien engranada, Código ictus, preparada para que, en cuanto la persona afectada consulte, independientemente de donde lo haga --061, servicio de urgencias o médico de cabecera--, se active el Código ictus. De este modo, se acortan los tiempos de atención y se mantiene la equidad de acceso", ha precisado la presidenta de SARAN, Elena Muñoz.

También ha incidido en la importancia de reconocer los síntomas de alarma de forma precoz, como son la desviación facial, debilidad de un brazo, pierna o ambas, alteración del lenguaje o pérdida de visión en un ojo o ambos. En estos casos, ha advertido, "lo mejor es activar el Código ictus a través del 061 y, si no es posible, acudir al médico de Atención Primaria o a Urgencias; pero consultar".

"Toda demora en la atención va en contra de una buena evolución, ya que cuanto antes consultamos, antes se podrá tratar y más tejido cerebral será posible recuperar", ha comentado Elena Muñoz.

Los expertos han alertado de que la incidencia del ictus está bajando menos en las edades medias --entre 45 y 55 años-- que entre las avanzadas --75 y 85 años--, especialmente entre los hombres. No obstante, el rango de edad de pacientes con esta enfermedad "es muy amplio", con casos de pacientes en Aragón desde los 20 hasta los 101 años. Asimismo, en 2023, se contabilizaron siete casos de ictus pediátrico.

En este punto, Javier Marta ha subrayado que en los últimos 20 años el ictus ha pasado de ser "inevitable, súbito a inexorable" a algo que "se puede revertir en unas pocas horas --entre 6 y 24--". De hecho, ha apostillado que se ha desechado el término "accidente cerebrovascular" y los equipos encargados del tratamiento de esta enfermedad en muchos centros americanos han pasado a llamarse "rescatadores de cerebros".

DÍA MUNDIAL DEL ICTUS 2024

La Asociación Ictus de Aragón trabaja en mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de uno de los centros de neurorrehabilitación más completos de España, ya que cuenta con profesionales de los ámbitos de la medicina rehabilitadora, el trabajo social, la fisioterapia, la terapia ocupacional, la logopedia, la psicología y la neuropsicología.

Alrededor de 700 familias forman parte de AIDA y su servicio de rehabilitación atiende a unas 180 personas, aproximadamente, cada semana, ha contado Miguel Lierta. Ha insistido en la necesidad de concienciar a la sociedad, especialmente a los más jóvenes, porque "son los ictus del mañana".

Con el objetivo de visibilizar las dificultades de deglución y comunicación que pueden presentar las personas que han sufrido un ictus, así como de concienciar a la población sobre la necesidad de actuar rápido ante los síntomas de esta enfermedad y la importancia de su prevención, AIDA, junto a los hospitales Miguel Servet y Clínico y SARAN, ha organizado actos por el Día Mundial del Ictus, el 29 de octubre.

En este contexto, el jueves, 31 de octubre, tendrá lugar el acto médico central del Día del Ictus 2024, a las 17.30 horas en el Patio de la Infanta de Fundación Ibercaja. Incluirá charlas impartidas por distintos profesionales, como el doctor Javier Marta, que será el encargado de inaugurar la programación y abordar la actualidad de este accidente cerebrovascular.

Igualmente, intervendrá el neurólogo del Hospital Clínico Óscar Fabre, quien tratará los avances en la investigación del ictus y su abordaje; Marta Mañeru, que dará las claves para conocer la anomia; y el también logopeda de AIDA Jorge Bardina disertará sobre disfagia. Desde otro punto de vista, una usuaria de AIDA María Blanco se referirá a las dificultades de acceso al léxico y estrategias compensatorias en pacientes afásicos. El encuentro lo clausurará la presidenta de SARAN, Elena Muñoz.

La cita finalizará con la entrega del galardón 'Cerebro de Oro' a la médica rehabilitadora del Hospital San Juan de Dios, Ana Coarasa; y al médico rehabilitador del Hospital de la Defensa y AIDA, Alfredo Blasco.

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