HUESCA 24 May. (EUROPA PRESS) -
El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno de Aragón, Luis María Beamonte, ha señalado que su partido propone un Aragón "donde no haya sectarismo, ni radicalidad; donde las cosas se puedan hablar, con diálogo, y pueda haber seguridad y estabilidad".
Ha continuado diciendo que "venimos a decirle a los aragoneses que hay otra manera de hacer las cosas que pasa por la moderación, por la centralidad y por el respeto a todo el mundo".
Beamonte ha participado esta tarde en un mitin en Huesca, junto al presidente provincial del PP altoaragonés, José Antonio Lagüéns, y la candidata a la Alcaldía de la capital oscense, Ana Alós.
Ha trasladado al electorado "un mensaje de ilusión, fortaleza y esperanza", y ha puesto como ejemplo del proyecto que defiende el PP a Ana Alós, de la que ha dicho que "supo hacer en esta ciudad una transformación absoluta" y "sigue renovando su compromiso con su ciudad".
El candidato autonómico ha dibujado un Aragón a partir del 26 de mayo donde no se tenga que cargar al bolsillo de los ciudadanos "una carga impositiva que sea un agravio para todo el conjunto de la sociedad aragonesa en comparación con otras CCAA"; un atraco confiscatorio que el PP quiere remediar con una revolución fiscal".
EL PP, LA ÚNICA ALTERNATIVA
Frente a la radicalidad de la gestión socialista que representan Luis Felipe, Javier Lambán y Pedro Sánchez, los 'populares' apuestan por "una sociedad más competitiva, más pujante, donde se pueda atajar la brecha entre el mundo rural y el mundo urbano; donde la educación pueda respirar libertad, donde la economía tenga un empuje diferente", en palabras de Luis María Beamonte.
"Hablamos de normalización, de moderación, de centralidad", ha señalado, en oposición al actual escenario del pacto de izquierdas, dominado por el sectarismo y la radicalidad.
"Quiero devolver la esperanza a muchos aragoneses que en un momento
determinado pudieron pensar que otras fuerzas políticas podrían ser su cobijo y que hoy pueden ver en el Partido Popular su casa", ha afirmado.
Ha descrito la fragmentación del voto como "un inconveniente para ser una alternativa a la izquierda radical" y ha señalado al PP como depositario de "la posibilidad de recuperar los escenarios de gobierno de certidumbre y de oportunidades que tiene la política".