HUESCA 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cientos de oscenses han acompañado en la mañana del Domingo de Ramos a la procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén, con la que ha dado comienzo la Semana Santa en la ciudad. Antes, el administrador apostólico de la diócesis de Huesca, monseñor Vicente Jiménez Zamora, ha bendecido los ramos en la plaza de San Pedro. Las cofradías de Huesca han acompañado el paso encabezado por la Cofradía de San José y Santa Ana con los niños y niñas vestidos de hebreos.
A continuación, monseñor Vicente Jiménez Zamora ha presidido el oficio litúrgico en la catedral de Huesca. En su homilía, ha señalado que en cada uno de los tres ciclos de este domingo de Ramos se combinan dos evangelios: entrada de Jesús en Jerusalén (procesión de Ramos); y pasión de nuestro Señor (Eucaristía).
"Es el triunfo y la humillación, que son aspectos complementarios de un mismo misterio. El Mesías de la entrada en Jerusalén es menos triunfalista y está más cerca del Cristo de la Pasión de lo que a primera vista parece", ha apuntado Jiménez Zamora. "'Por nosotros y por nuestra salvación', decimos en el credo, se hizo hombre, padeció, murió voluntariamente y resucitó Jesús", ha remarcado ante cientos de asistentes a la liturgia.
"Él muere no porque así lo quieren sus enemigos, sino porque él mismo ha dado su consentimiento al designio y a la voluntad de Dios: "Nadie me quita la vida, sino que yo la entrego libremente", había dicho Jesús al autodefinirse como el Buen Pastor", ha recordado en su homilía.