HUESCA 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes, conocida como La Cartuja de Monegros y ubicada en el término municipal oscense de Sariñena, ha recibido más de 600 visitantes en el último mes, dentro del programa puesto en marcha por la Diputación Provincial de Huesca (DPH) para realizar un recorrido guiado por ella, que esta semana se prolongará de jueves a domingo para abrir también los festivos.
El objetivo es "difundir este destacado conjunto patrimonial poco conocido hasta ahora incluso por quienes han vivido en sus inmediaciones", han apuntado desde la institución provincial en una nota de prensa. Las visitas son guiadas, gratuitas y duran aproximadamente una hora.
En ellas, la empresa encargada de este servicio, Sueña Monegros, explica la vida del monasterio, creado bajo el patrocinio de los Condes de Sástago a principios del siglo XVI y que desde hace dos años es propiedad de la Diputación Provincial de Huesca.
La DPH ha precisado que a lo largo del último mes se han contabilizado 603 visitantes, "movidos por el interés de adentrarse en uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura de la Ilustración en Aragón y en su particular historia".
Asimismo, en lo que va de abril, 230 personas han llegado a este conjunto del que uno de los elementos que más llama la atención es la obra pictórica de Fray Manuel Bayeu que se despliega en paredes, techos, bóvedas y capillas hasta la cúpula, en más de 2.000 metros cuadrados.
La media de visitantes diarios se sitúa en las 62 personas, con procedencias muy dispares, de hasta más de 60 poblaciones distintas. La mayoría llega de Aragón, en concreto de Zaragoza y de diferentes puntos de la provincia altoaragonesa, pero los hay procedentes de Cataluña, de la Comunidad de Madrid, Galicia, País Vasco y Castilla y León. También hay visitantes internacionales de países como Italia o Francia.
DÍAS DE APERTURA
La Cartuja de Monegros estará abierta este año más de cien días, tanto los fines de semana, como los festivos. Además de esta Semana Santa, también se podrá visitar, el primero de mayo, el 15 de agosto, el día del Pilar, el 1 de noviembre y en diciembre los días 6 y 8 de diciembre.
Además, para el 15 de mayo se está preparando una visita teatralizada coincidiendo con la tradicional romería de San Isidro. Hasta completar las jornadas disponibles, varios días al mes también pueden visitarla grandes grupos con reserva previa. Para el resto de días la entrada es libre en el horario general, de 11.00 a 14.00 horas.
El recorrido se inicia explicando al público que la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes fue el primer monasterio cartujano fundado en el Reino de Aragón y el decimoquinto en el territorio español y, ante las deficiencias que presentaban las instalaciones, se levantó otro de nueva planta siguiendo los modelos de las cartujas zaragozanas del Aula Dei y la Inmaculada Concepción.
Además, se da a conocer la trayectoria artística de fray Manuel Bayeu, sus trabajos dentro y fuera del monasterio en diferentes iglesias, cenobios y catedrales, "que muestran su extraordinaria capacidad de trabajo". Durante el tiempo que estuvo en Las Fuentes, unos treinta años de su vida, dejó el mayor conjunto de pintura en extensión y el tercero de Aragón en importancia, han señalado desde la DPH.
Durante la visita también se revelan historias y anécdotas relacionadas con el conjunto y su entorno, y se pueden contemplar las diferentes estancias que componen la iglesia, junto a las pinturas que están en el techo o en los muros.
En la capilla del Sagrario, se puede apreciar su ornamentación, el tabernáculo y las huellas de la Guerra Civil en el suelo y las paredes. Además, en el claustrillo de Las Capillas se muestra una serie de alegorías que recuerdan cómo debía ser un buen cartujo en pinturas de estilo rococó.
En la capilla de San Bruno los visitantes pueden contemplar el magnífico autorretrato de fray Manuel Bayeu y en la otra capilla la pintura del Nacimiento de La Virgen.
También pueden visualizar imágenes y fotografías, como una tomada en 1935 y de gran tamaño del retablo original de Carlos Salas Vilaseca, destruido durante la Guerra Civil, junto a otra en la que se ve la cabecera del templo tras desaparecer el gran trabajo escultórico o algunas monedas del siglo XVIII con las que se pagaban los trabajos a los artistas, ajenos a la orden, que realizaban sus trabajos en esta cartuja.