HUESCA 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) ha inaugurado este lunes su jardín seco, una iniciativa con la que da un paso más para disponer de una zona verde más ecológica y sostenible.
Con este objetivo, este otoño se ha impulsado la transformación de una parte del espacio en jardín seco, favoreciendo un tipo de jardinería de bajo o nulo consumo hídrico y el uso de plantas adaptadas a climas áridos.
Para llevar a cabo esta transformación, se ha contado con la colaboración de alumnos y profesores del Ciclo Formativo de Grado Medio de Técnico en Jardinería y Floristería del CPIFP Montearagón, en Huesca, en la ejecución del proyecto, mientras que el diseño del mismo ha sido realizado por el paisajista y agrobiólogo Gabino Carballo, y por Lorena Escuer, bióloga y divulgadora.
El arquitecto Rafael Moneo proyectó el entorno natural que rodea el CDAN, un jardín compartimentado que proporciona un espacio de recreo al visitante, con encinas, tilos y hasta un campo de viñas.
Se trata de un espacio natural que conecta la naturaleza exterior con la visita a las exposiciones. Hasta hace muy poco, entre las habituales prácticas de jardinería estaba la siega sistemática de las praderas de gramíneas para conseguir césped. Sin embargo, esto impide la naturalización de otras plantas herbáceas para que crezcan desarrollando su ciclo natural.
Por ello, desde hace un tiempo, el CDAN ha decidido cambiar esta práctica y reducir selectivamente la frecuencia de las siegas en algunas zonas, para así favorecer la floración, y crear un refugio para la biodiversidad, al permitir el desarrollo de un ecosistema en el que insectos como mariposas o abejas puedan polinizar.
La zona elegida para este pequeño cambio en el jardín es la que flanquea el acceso peatonal al CDAN, que comunica directamente con el camino denominado de la Cruz del Palmo y que conecta el centro de arte con la ciudad de Huesca en un agradable paseo de 25 minutos.
Uno de los teóricos que se encuentran detrás de esta nueva forma de gestión del verde es el jardinero y ecologista francés, Gilles Clement, que ha publicado multitud de libros en los que defiende la sinergia entre el ser humano y las plantas espontáneas, y cómo estas ayudan a crear mejores jardines, espacios vivos, cambiantes, dinámicos y en equilibrio.
No es casualidad que el CDAN esté preparando una gran exposición sobre este jardinero y paisajista francés para la primavera de 2025, en la que podrá conocerse una parte inédita de su creación, sus cuadernos de trabajo.
Este pequeño cambio en la gestión del jardín del CDAN implica transformar la mirada hacia el entorno natural, aportando un granito de arena en el fomento de prácticas sostenibles, que pretenden adaptarse al cambio climático y ser así socialmente responsables.