HUESCA 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha iniciado este martes las crecidas controladas en los ríos Noguera Pallaresa y Cinca, desde los embalses de Camarasa (Lérida) y El Grado (Huesca).
Se han iniciado a las 08.00 horas y se van a mantener durante 12 horas, con 120 metros cúbicos por segundo de salida --5 hectómetros cúbicos-- y 400 metros cúbicos por segundo --18 hectómetros cúbicos--, respectivamente.
Van acompañadas de un pequeño desembalse en Flix, en el río Ebro, con el objetivo de que este miércoles, 20 de septiembre, hacia las 08.00 horas, lleguen al embalse de Ribarroja las crecidas procedentes de los ríos Segre y del Cinca, con un caudal esperado de 550 metros cúbicos por segundo.
El jueves, 21 de noviembre, a las 08.00 horas, está previsto iniciar otra crecida controlada desde el embalse de Mequinenza, de 1400 metros cúbicos por segundo durante 8 horas --40 hectómetros cúbicos--. Hacia las 16.00 horas de este jueves finaliza toda la operación de crecidas.
La maniobra se realiza en colaboración con la ACA, ENDESA, MITECO, CEDEX, Universidad de Lleida, Universidad Politécnica de Cataluña, Universidad de Valencia, Universidad Politécnica de Madrid, SPESA y TRAGSA.
Las crecidas controladas, aprovechando las crecidas naturales de los días pasados y la abundancia de caudales, tienen como objetivo dotar a los ríos de caudales generadores que garanticen sus ecosistemas, y forman parte tanto del Plan Hidrológico del Ebro como de la estrategia GISDHE de gestión integral de sedimentos.
Los caudales generadores tienen como objetivo mantener y regular la estructura geomorfológica de los cauces, evitando su progresivo estrechamiento, así como la colonización de las riberas por especies arbóreas favoreciendo también el transporte de sedimentos y materia orgánica.
EBRO SOSTENIBLE
Estos trabajos responden a los ejes de gestión de la CHE por un Ebro Sostenible. Los cinco ejes principales son: la mejora del conocimiento, que busca incorporar las mejores técnicas y las últimas investigaciones en la gestión de la demarcación hidrográfica del Ebro y facilitar su difusión a toda la ciudadanía (eje 1); y la mejora de la gestión, buscando la mayor eficiencia en los sistemas (eje 2).
Alcanzar el buen estado de las masas de agua es el eje 3; seguido de la renovación de la visión de la dinámica fluvial (eje 4), que persigue mirar a nuestros ríos con una visión renovada que permita favorecer su recuperación ambiental, y el último es el eje número 5: garantía del suministro a los usos esenciales.