ZARAGOZA 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ciclo de música Bombo y Platillo, en su edición de otoño, se traslada de los domingos a los jueves y lo abrirá el 26 de septiembre, el dúo Puuluup, que representó a Estonia en la última edición de Eurovisión.
Este cambio de día es para desconcentrar la programación cultural de los fines de semana, que al tener más oferta impide la asistencia de ciudadanos interesados. Asimismo, se espera que esta novedad genere nuevos públicos.
Se mantiene la ubicación que es la rotonda del Centro Cívico de Delicias, con un aforo de 250 personas, y la hora, que comenzará a partir de las 19.30 horas. Las entradas están a la venta en la web del ciclo 'www.bomboyplatillo.org' por un precio de 10 euros si se adquieren de forma anticipada o de 12 euros en taquilla.
También hay precios reducidos a 7 euros para desempleados y titulares de la tarjeta de la librería Cálamo; así como entradas a 2 euros para menores de 25 años y mayores de 65 años. Los abonos que dan acceso a los seis conciertos cuestan 45 euros.
El consejero municipal de Participación y Régimen Interior, Alfonso Mendoza, ha presentado este ciclo junto al productor musical, Eduardo Bona; y la gerente de Zaragoza-Cultural, Marta Uriol.
FIDELIZACIÓN
En rueda de prensa, Alfonso Mendoza ha destacado que es uno de los ciclos más "exitosos en los centros cívicos", como demuestra la fidelización del público asistente a lo largo de las 38 ediciones, a razón de tres anuales.
El productor, Eduardo Bona, ha dicho que es ciclo forma parte de la programación de los centros cívicos, cuenta con el respaldo de la sociedad municipal Zaragoza-Cultural y a lo largo de todas sus ediciones se mantiene vivo y actual.
Además, permite descubrir grupos con "gran talento" que antes no habían actuado en Zaragoza y se podrá escuchar, por primera vez, propuestas ineludibles para disfrutar de la música en directo en la ciudad
A lo largo de estos años han pasado más de 250 artistas de diferentes países y esta edición, que se extiende hasta el 21 de noviembre, es neta e intencionadamente femenina, ha apostillado Bona.
SEÑA DE IDENTIDAD
Ha argumentado que aunque se produce este cambio de los domingos a los jueves "se mantiene la seña de identidad de estilos y procedencias de los artistas".
Además, se debe a que hay mucha programación los festivos y se busca que dentro de la agenda de la ciudad se ofrezcan las mayores opciones. "Viene motivado también para generar nuevos públicos que no podían acceder según se desprende de encuestas realizadas y será un experimento para ver como responden los ciudadanos", ha añadido.
Bona ha incidido en que este ciclo evoluciona con la ciudad y se adapta a las necesidades del público, al tiempo que busca propiciar nuevos espectadores. Se mantiene el espíritu de club de jazz con el público sentado y servicio de mesas en el que los artistas son el centro de esta iniciativa cultural.
En su intervención, Bona ha hecho notar que son 13 años de apoyo al ciclo por Zaragoza Cultural y ha tenido una "gran acogida" definida por el trabajo del área de Centros Cívicos.
PROGRAMA
La programación apela a la disparidad del ciclo y se abre con Puuluup, originario de Estonia, que recupera y actualiza la talharpa, una lira de arco tradicional popular en las islas del oeste de este país báltico. Ofrecen canciones muy accesibles, bailables y divertidas, ha descrito. Han representado a Estonia en Eurovisión y será su primera actuación en Zaragoza; no así la de Jane Weaver que será la siguiente en actuar, es de Inglaterra, genera muchos seguidores en Zaragoza y se le podrá escuchar el 3 de octubre.
A esta artista que experimenta con distintos estilos le seguirá, el 24 de octubre, el trío Lemoncello, de Irlanda, que representa una generación de jóvenes músicas, que ahonda en las raíces musicales irlandesas.
El estadounidense Drugdealer ofrecerá jazz y soft rock de los 60 y 80 en el concierto programado el 31 de octubre. Dará paso a la balear Julia Colom con el Cant de la Sibil'a y actualiza las canciones tradicionales mallorquinas de origen popular.
Cerrará este ciclo el trío femenino madrileño Faneka, que hace un folk que mezcla músicas del mundo, tocan el violín, la percusión y el bajo, las tres cantan y son compositoras. Es un proyecto muy coral y aportan juventud.
LA QUINTA MEJOR NOTA
María Uriol ha añadido que hay una "clara apuesta por los concierto y ciclos como este que traen a artistas de calidad fuera de los circuitos habituales con espacios de cercanía como son los centros cívicos de Zaragoza.
Alfonso Mendoza ha concluido al manifestar que este ciclo brinda propuestas sorprendentes que tienen la capacidad de atracción que hace que el publico se fidelice. Ha animado a los que no han asistido anteriormente para que se acerquen a conocer otra variedad de estilos de otros países.
Asimismo, ha elogiado el trabajo de programación de los centros cívicos que se revela en la nota del barómetro del pasado mes de julio, que tuvo un 7,23, que es la quinta nota solo por detrás de bomberos, el servicio del 010, el tranvía y las ludotecas.