ZARAGOZA 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores coordinado por la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD-CSIC) busca la manera de abrir mercados en Asia para la cereza aragonesa.
El grupo de cooperación CEREZA+i, creado en el marco del Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020, ha logrado cofinanciación a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) por valor de 106.500 euros y ya trabaja para poner en valor la alta calidad de la cereza española como producto exportable a países fuera de la UE como China, donde está creciendo de forma considerable el interés por este producto.
En la actualidad, España ocupa el cuarto lugar a nivel global en volumen de exportación, con una producción de entre un 25% y un 30%. La Unión Europea es el principal mercado para las cerezas de Aragón y de España, que son transportadas por tierra o aire, en un breve espacio de tiempo.
Con la iniciativa CEREZA+i se pretende llegar a mercados más lejanos por transporte marítimo, en un plazo de tiempo hasta el destino final de unos 30 días, manteniendo la calidad y la vida útil de la fruta.
CEREZA+i es un proyecto integrado por cinco socios. Además de la Estación Experimental de Aula Dei, aportan su experiencia en el sector y su conocimiento científico el Parque Científico- Tecnológico de Aula Dei (PCTAD), la Asociación de Productores 'El Compromiso', PAINTEC S.L., y CARDONA Y CELMA S.L, todos ellos con la gestión eficiente de recursos naturales y la protección del medio ambiente como objetivo de referencia.
El proyecto surge como una necesidad del mercado nacional actual, que demanda mayor exportación de productos debido a la elevada producción de cereza en nuestro país. La excelente calidad del producto hace que sea demandado por mercados tan importantes como
el asiático, cuya lejanía obliga a establecer nuevas estrategias agronómicas y de conservación, además del uso de tecnología 4.0 para asegurar que el fruto llega en el mejor estado a su destino final.
El cultivo de la cereza, como el de otros frutales, se ve afectado de manera negativa por numerosos factores medioambientales que provocan mermas económicas sustanciales al sector. En el
caso del cultivo del cerezo, es imperativo mantener un estatus nutricional óptimo, especialmente tras la recolección de la fruta, puesto que las reservas acumuladas en la estación en curso serán rápidamente transformadas en órganos vegetativos y generativos
(raíces, brotes, hojas, flores y frutos) en la siguiente estación.
En este contexto, la nutrición mineral radicular es la vía natural de aporte de nutrientes a la planta. Sin embargo, en el cultivo de frutales, es preciso recurrir a la fertilización foliar localizada para asegurar un correcto equilibrio nutricional de todos los órganos de la planta, especialmente los de rápido crecimiento.
El coordinador del proyecto CEREZA+i, Jesús VAl, ha destacado la
importancia de "combinar prácticas agronómicas innovadoras que estamos desarrollando en la Estación Experimental con otras más convencionales, con el objetivo de mantener el estatus nutricional e hídrico de la planta equilibrado, lo que nos permitiría mantener durante todo el año las reservas de elementos esenciales para asegurar la calidad de la futura producción y, además, evitar el estrés abiótico que pueda sufrir el árbol tras la recolección, algo que interferiría negativamente en la calidad de la producción en campañas posteriores".
La optimización de estos factores permitirá al sector disponer de frutos de alta calidad y larga vida útil, lo que facilitará su introducción en los tan exigentes nuevos mercados.
Este proyecto se enmarca en la convocatoria de Grupos de Cooperación regulada por la ORDEN AGM/53/2020 dentro del marco del Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020. Es una acción cofinanciada a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural
(FEADER).