ZARAGOZA 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El uso de cubiertas vegetales en diversos cultivos tiene diversas ventajas como la reducción de la erosión, la mejora de la estructura del suelo, la facilitación de las labores mecánicas o el aumento de la materia orgánica y la fauna útil. Se trata de una técnica que está en auge en diversos cultivos como los leñosos, pero es necesario tener en cuenta algunas pautas tal y como recomiendan desde el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal (CSCV) dependiente del Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón.
En lo que respecta al tipo de cubierta a emplear, si bien las cubiertas espontáneas son las más populares porque requieren menores intervenciones, son más complicadas de manejar, ya que suele haber un abanico mayor del número de especies.
Además, añaden desde el CSCV, "las especies que nacen no son interesantes por ser malas hierbas muy problemáticas en su manejo". También advierten que "instalar una cubierta vegetal es asumir tener un segundo cultivo en nuestra explotación con un calendario de actuaciones y costes relacionados.
Por ello, si se carece de experiencia en el manejo de cubiertas, se recomienda sembrar una especie en la que se conozca ciclo y comportamiento y de la que se disponga de maquinaria específica, como puede ser un cereal de invierno.
Para la elección de la especie, es "muy importante" elegir la especie vegetal adecuada a nuestra explotación teniendo en cuenta la pluviometría y la disponibilidad de agua de riego.