ZARAGOZA 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los arquitectos del Servicio de Inspección del área de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, tras girar la oportuna visita al edificio número 39 de la calle de Mariano Cerezo, ha concluido declarar la ruina inminente del inmueble y se mantiene el desalojo de los vecinos del pasado martes, 22 de octubre.
La decisión se toma ante "el peligro inminente de colapso y hundimiento de algún o varios forjados o de algún tramo de consideración de la escalera principal, es decir por fallo estructural", han informado desde el Ayuntamiento de Zaragoza.
De este modo, se mantiene el desalojo del edificio y se procederá a apuntalar todo el inmueble, de abajo arriba, para asegurar los trabajos de demolición en condiciones de seguridad y evitar el colapso del edificio.
Si bien, antes de la demolición, una vez garantizados unos mínimos condicionantes de seguridad, los hasta ahora residentes podrán, en el orden y planificación que se marque y con la asistencia de cuerpos de Bomberos y Policía Local, retirar los enseres y elementos personales, en la medida que la intervención lo permita. Posteriormente se procederá a la demolición
Desde Urbanismo se remitirá el requerimiento y orden a la propiedad del inmueble y en caso de no acatar la actuación en el plazo de 24-48 horas, será el propio Ayuntamiento de Zaragoza quien ejecute las tareas de forma subsidiaria y por emergencia, remitiendo después a los propietarios los costes de todas las intervenciones.
Mariano Cerezo 39 es un edificio no catalogado de planta baja y otras cuatro plantas, más altillo bajo cubierta, de aproximadamente 100 años de antigüedad construido con técnicas tradicionales de la época; pilastras y muros portantes de ladrillo macizo, forjados de vigas y viguetas de rollizos de madera, entrevigado de urdimbre de caña, tejado de teja cerámica curva. La propiedad está repartida entre once propietarios particulares.
ESCALERA MOVIDA
El informe municipal de inspección explica que, si bien la fachada se encuentra en óptimas condiciones, "examinada la planta baja, se observa que la escalera está movida y su estabilidad no es segura" y que "los pilares que dan al patio interior están torcidos y agrietados en la base".
Mientras, el patio tiene el suelo desnivelado con caída hacia un sumidero central y existe también en planta baja un local en desuso, cuya mitad del suelo está hundido y desnivelado hacia el fondo bajo el patio interior. De este local se puede acceder a una pequeña bodega cuya escalera está arruinada.
Por su parte, la caja de escalera está deformada con toda las correas de la misma movidas y con inseguridad para su utilización y peligro de hundimiento. Además, las viviendas presentan todas en general signos de desorden estructural, con vigas, muros y tabiques agrietados y algún madero que está a la vista carcomido, a lo que se suma la flexión del forjado.
Los técnicos municipales han recordado la importancia de que los propietarios de cualquier inmueble en la ciudad acometan las obras necesarias para el adecuado mantenimiento, conservación, seguridad y habitabilidad del inmueble y sus servicios e instalaciones comunes, como así les obligan las leyes estatales.
SUPERVISAR POR LOS PROPIETARIOS
Asimismo, han remarcado que la Inspección Técnica de Edificios (ITE) es una "obligación y responsabilidad única y exclusiva de los propietarios", y que, si bien se les marca que deben realizarla cada 50 años y después con una cadencia de 10 años, es conveniente prestar atención a la evolución y mantenimiento de los inmuebles, dado que cada uno tiene sus particularidades.
Como ejemplo han citado que en Zaragoza hay edificios centenarios de edades de construcción parecida al de Cerezo 39, pero con evolución muy distinta y unas "excelentes" condiciones, dado que las calidades de los materiales y los elementos que se empleaban en la época variaban según la zona y la situación socioeconómica de los dueños originales.