TERUEL 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Diputación Provincial de Teruel (DPT) y Caja Rural de Teruel destinarán 60.000 euros, el 75 por ciento la institución provincial, a la celebración de 30 ferias locales, en aplicación del convenio que este martes han firmado los presidentes, Ramón Millán y Jerónimo Carceller. Las subvenciones oscilarán entre los 600 y los 6.000 euros.
Millán ha informado a los medios de comunicación de que este año el convenio se ha incrementado en 10.000 euros y ha señalado que "una feria dinamiza el pueblo y los de alrededor, es otra forma de turismo y muestra los productos de alta calidad que tiene Teruel".
Ha reclamado apoyo fiscal como medio de luchar contra la despoblación, bonificaciones que deberían extenderse a todos los profesionales ya que "veterinarios y otros profesionales vienen a los pueblos, hacen su trabajo y se vuelven", mientras que "hace años secretarios, médicos o maestros vivían con sus familias en el pueblo".
El diputado provincial de Agricultura, Andrés Hernández, ha insistido en la repercusión económica que tiene una feria porque su impacto repercute en el tejido de la zona y ha puesto como ejemplo la feria que cada año se celebra en Cedrillas.
Jerónimo Carceller ha expresado que, "con sus limitaciones", Caja Rural apoya "cualquier actividad económica en la provincia" y ha reclamado que se concedan beneficios fiscales para la realización de iniciativas en la provincia, argumentando que "pagamos los mismos impuestos que una empresa que se ubique en un polígono en Madrid que tiene todos los servicios".
Esta feria, que se celebra cada mes de octubre, puede concentrar en un fin de semana más de 15.000 personas atraídas por actividades de todo tipo y ha cumplido ampliamente una trayectoria de más cien años. Si bien el protagonismo lo tienen la ganaderías, es también un foco turístico, al ser una de las ferias más tradicionales.
Otras ferias tradicionales comenzaron a recuperarse a principios de los años 90 del siglo pasado, cuando apenas se celebraban ocho o nueve al año, y algunas se especializaban en productos agroalimentarios como Monroyo, o Medio Ambiente, como la de Ráfales, y todas ellas tienen un componente de oferta turística. Una oferta como las ferias, ha dicho Andrés, en las que "hay niños que ven por primera vez un animal como es una cabra".