ZARAGOZA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) acerca la historia de los hogares infantiles de Calatayud y Tarazona con el lanzamiento de un libro y un documental que repasan la evolución de las instituciones de beneficencia más importantes de la provincia de Zaragoza.
El libro 'Memorias de fragilidad y esperanza, los hogares de Calatayud y Tarazona en beneficencia provincial' escrito por Jesús Martínez Verón y publicado también por la Institución Fernando el Católico; y el documental 'Hogar infantil de Calatayud, Hogar Doz de Tarazona, dirigido y realizado por Marta Horno, recrean escenas cotidianas de un tiempo pasado en el que muchos niños vagaban por las calles sin ocupación más provechosa que pedir limosna y la atención a los más necesitados y vulnerables difería mucho de los estándares actuales de atención y cuidados.
"No están tan lejos el final del siglo XVIII y el XIX y resulta impresionante comprobar cómo ha cambiado la atención a la infancia a lo largo de todo este tiempo", ha destacado el diputado delegado de Archivos y Bibliotecas de la DPZ, José Manuel Latorre.
Ambos centros nacieron en el siglo XVIII como Reales Hospicios y Casas de Expósitos de Calatayud y Tarazona y con el tiempo evolucionaron y pasaron a denominarse Hogar Infantil y Hogar Doz, respectivamente. Unos espacios con "ese halo de institución tradicional con tantas historias desconocidas cuando no escondidas y su evolución y mejora en materia de cuidados a los residentes", ha valorado Latorre.
"El estudio --ha asegurado el diputado provincial-- intenta ser lo más objetivo y fiel posible a la vida en aquellos espacios, en los que las personas que por ellos pasaron vivieron, por lo general en unas condiciones muy difíciles, con frío, hambre, falta de higiene y masificación, un trato riguroso y falto muchas veces de afecto", ha descrito.
LA BENEFICENCIA HA CAMBIADO
Para Marta Horno, autora del documental, "si miras cómo funcionaba la beneficencia entonces te llevas las manos a la cabeza, pero muchos de los testimonios que hemos conseguido guardan una visión positiva de aquella experiencia, ellos te dicen que estuvieron bien, que fue lo mejor que les pasó".
Un recuerdo dulcificado que, teniendo presente las evidentes diferencias en condiciones y medios entre aquel pasado y el presente, se calibra mejor atendiendo a escenas descritas por Horno y Latorre, como las habitaciones con niños hacinados, el frío y los sabañones, o las comidas en las que "la leche aparecía en los días con suerte".
"Las instituciones de beneficencia eran así y eran las únicas que había entonces y, como la propia sociedad, fueron evolucionando", ha puntualizado Horno.
"Sin ir más lejos --ha apostillado Latorre-- cuando se creó el Hogar Pignatelli, aquí en Zaragoza, vivían 750 niños, y eran los años 70 del siglo pasado, la legislación en materia de cuidados no estaba desarrollada como ahora y eran grandes establecimientos donde todo, comer o dormir se hacía de forma masiva", ha explicado.
Ambos trabajos serán presentados por sus autores este próximo jueves 27 de junio a partir de las 19.00 horas en el antiguo salón de plenos de la DPZ.
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