ZARAGOZA 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
La dirección general de Salud Pública del Gobierno de Aragón ha realizado la evaluación del II Plan Autonómico sobre drogodependencias y otras conductas adictivas, enmarcado en la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016, documento que refleja un descenso en algunas de las sustancias consumidas.
El estudio ha sido presentado este lunes, 4 de septiembre, por el consejero de Sanidad del Gobierno autonómico, Sebastián Celaya, el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, y el jefe de servicio de Prevención y Promoción de la Salud, Luis Gascón.
Para elaborar esta evaluación, se ha promovido un proceso participativo entre los profesionales que trabajan en el ámbito de la prevención y atención de adicciones, según ha informado el Ejecutivo aragonés en una nota de prensa.
El estudio indica que los inicios de tratamiento en el conjunto de centros asistenciales de la Comunidad han registrado un descenso en la segunda parte del período de implantación del plan 2010-2016, con un envejecimiento de la edad de los pacientes.
No obstante, la edad de inicio en los consumos de las drogas más prevalentes --alcohol, tabaco y cannabis-- apenas se ha modificado, con un ligero aumento en la edad por lo que se refiere al cannabis y más elevado en el caso del consumo de tabaco --de 13 a 13,5 años--.
DESCENSOS
La evaluación revela que, en general y a lo largo del período de vigencia del plan, se ha producido una disminución del consumo de sustancias, tanto entre adolescentes y jóvenes, como en edades adultas.
Por lo que se refiere al alcohol, el consumo en los 30 días anteriores a la realización de la encuesta entre estudiantes de 14 a 18 años descendió de forma notable del 2012, cuando la cifra era del 80,4 por ciento, al 2014 --el 69,7--, convergiendo los datos de Aragón y el conjunto de España.
Asimismo, si en el 2008, el 44,1 por ciento de los jóvenes aseguraba haberse emborrachado alguna vez en el último mes, este porcentaje se redujo al 34 por ciento en el 2014.
Este descenso ha sido más acusado en el consumo de tabaco, que ha pasado del 40 al 27 por ciento en el caso de los chicos en este mismo periodo de tiempo y del 41 al 30 por ciento en el caso de las jóvenes aragonesas.
Por lo que respecta al cannabis, el porcentaje se aminora del 34,6 al 21,9 por ciento en el caso de los varones y del 23,6 al 16 en el caso de las mujeres.
Los responsables del Departamento de Sanidad se han referido, por otra parte, a la evolución presupuestaria que han tenido en Aragón los programas dedicados a la prevención de los consumos y la propia asistencia sanitaria de las adicciones, "que se enmarcan en el contexto general de crisis económica".
De este modo, el presupuesto en prevención del Departamento de Sanidad en 2016 respecto a 2010 ha sido del 50 por ciento, mientras que el descenso en asistencia se cifra en el 30 por ciento.
ANÁLISIS VALORATIVO
El Gobierno de Aragón ha explicado, en cuanto al análisis valorativo del plan, que hay cuestiones "susceptibles de mejora", como la coordinación entre profesionales y recursos y entre las diferentes áreas competenciales --Sanidad y Servicios Sociales--, así como en el incremento de las actividades comunitarias en el ámbito de la atención primaria.
Respecto a la prevención, "se constata que ha existido una adecuada continuidad en las iniciativas llevadas a cabo en el ámbito educativo, si bien se subraya la necesidad de una mayor participación de las familias en las intervenciones", han apuntado las mismas fuentes.
Igualmente, han afirmado que ha sido "significativa" la continuidad de la línea de subvenciones anual para proyectos llevados a cabo por entidades sociales, si bien el descenso presupuestario en este ámbito entre 2012 y 2015 ha sido "notable".
Desde el punto de vista asistencial, se ha subrayado el cierre en este periodo de la única Comunidad Terapéutica pública existente, la de 'El Frago', "que ha supuesto una pérdida de profesionales con amplia experiencia".
También se ha expresado la necesidad de dotar con un número "adecuado y homogéneo" de profesionales a las unidades de atención y seguimiento de adicciones y de establecer circuitos de colaboración entre la atención primaria y los recursos especializados de atención a las adicciones y red de salud mental.
Para el III plan sobre adicciones, en concordancia con el Plan de Salud mental, se aboga por incorporar como elementos de mejora la prioridad del trabajo con las poblaciones más desfavorecidas, disminuyendo las desigualdades en salud, y por un enfoque de género "que permita intervenciones mejor orientadas".
Además, se apuesta por el desarrollo de un sistema de información "que permita un mayor conocimiento de los aspectos cualitativos y cuantitativos relacionados con los consumos problemáticos y las adicciones".