El galgo ya se encuentra en perfecto estado
GUARDIA CIVIL
Actualizado: martes, 14 febrero 2017 12:27

ZARAGOZA 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil está investigando a una persona como presunta autora de un delito relativo a la protección de la flora y fauna por abandono animal, por el maltrato de un galgo de su propiedad que apareció atado a un poste en el Canal Imperial de Zaragoza y que presentaba un corte en el cuello, heridas infectadas en el cuerpo, lesiones en las extremidades y un cuadro infeccioso-parasitario que evidenciaba su abandono.

El pasado 25 de enero, el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Zaragoza recibió una llamada del presidente de la Plataforma en Defensa de la Caza con Galgo comunicando que la noche anterior en un programa de televisión había aparecido un perro de raza galgo para que pudiera ser adoptado por alguna familia interesada.

El can llevaba tatuado en la oreja derecha unas letras y números que, según el comunicante, es una marca que los socios de asociaciones o plataformas de galgos hacen para identificarlos y, por ello, podría pertenecer este animal a un socio y podría haber sido robado.

Tras el conocimiento de los hechos, los agentes de SEPRONA visionaron el programa y se pusieron en contacto con la protectora animal que había llevado al galgo al mismo para solicitar su adopción, trasladándose a sus instalaciones al día siguiente para conocer los hechos.

De las gestiones realizadas, la Guardia Civil tuvo conocimiento de que dicho animal había aparecido atado a un poste en el Canal Imperial de Zaragoza el día 7 de agosto. El galgo presentaba un corte en el cuello en la zona donde se implanta el microchip (del cual carecía), heridas en el cuerpo infectadas, lesiones en las extremidades y un cuadro infeccioso-parasitario que evidenciaba un estado de abandono.

Seguidamente, los agentes realizaron una inspección al can, tratándose de un macho, raza galgo y color blanco-canela, que presentaba una inscripción en su oreja derecha con números y letras, comprobando que poseía microchip propiedad de la protectora ya que al día siguiente de su aparición se le trasladó a un centro veterinario para proceder a su cura y se le implantó un nuevo dispositivo de identificación.

DISTINTOS PROPIETARIOS

La Guardia Civil continuó con la investigación y solicitó colaboración a la Federación Española del Galgo (FEG) para tratar de localizar al propietario del perro con la inscripción que éste poseía en la oreja, logrando determinar que el can pertenecía a una persona residente en la provincia de Valladolid.

Los agentes se pusieron en contacto con esta persona y, una vez expuestos los hechos, éste les comunicó que el galgo había sido de su propiedad hasta enero de 2016 y posteriormente lo cedió a un conocido suyo, aportando todos los documentos de la cesión.

Tras una laboriosa investigación, el SEPRONA pudo determinar que la persona a la que le habían cedido el galgo lo entregó a un tercero, vecino de Zaragoza, y éste a su vez, sin haber realizado un registro en el Registro de Animales de Compañía de Aragón (RIACA) y haberlo tenido en su poder hasta abril de 2016, lo entregó a un familiar suyo también residente en esta capital aragonesa.

Esta última persona sí que inscribió al galgo, con su correspondiente microchip, en el registro del RIACA el 11 de abril del pasado año, constándole como de su propiedad, ha señalado la Benemérita en una nota de prensa.

NO HABÍA COMUNICADO NINGÚN CAMBIO

Una vez obtenida la identidad del actual propietario del animal, los agentes procedieron a su localización y toma de manifestación por los hechos acaecidos, durante la que informó al SEPRONA que el can lo había cedido a otro conocido del que no aportó apenas datos y no poseía la documentación del animal en ese momento. Además, se comprobó que el propietario no había comunicado cambio de situación del can ni extravío o sustracción del mismo en dependencias oficiales o RIACA.

La Guardia Civil continuó investigando para determinar si las informaciones obtenidas eran ciertas, constatando numerosas contradicciones y obteniendo indicios del abandono del galgo por parte de su propietario.

Por ello, el pasado día 7 de febrero el SEPRONA procedió a investigar a esta persona como presunta autora de un delito contra la flora y la fauna por abandono de animales en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad.

Se trata de un hombre de nacionalidad española, 32 años y al que le constan antecedentes policiales por otros hechos. Una vez finalizadas las oportunas diligencias éstas fueron remitidas a la autoridad competente durante este lunes, mientras que el galgo se encuentra en las instalaciones de la protectora animal de Zaragoza y está en perfecto estado.

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