ZARAGOZA 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja se ha felicitado de que se acabe, "de una vez, con la desventaja que sufrían las empresas españolas, cuando competían por proyectos internacionales" tras la homologación "por fin" por parte del Ministerio de Educación del título de ingeniero industrial con las categorías establecidas por el plan Bolonia de la Unión Europea para los títulos universitarios.
La organización colegial ha precisado en una nota de prensa que este "frenazo administrativo" a la homologación "se ha producido, además, en un periodo en el que las empresas españolas han necesitado más que nunca salir al exterior por la crisis interna".
La homologación recién aprobada actualiza finalmente la legislación española con la directiva europea que determina el Marco Europeo de Cualificaciones y fija el nivel de correspondencia del de los estudios de ingeniería industrial, que quedan fijados en el nivel 3, es decir, de máster, y que equivalen al nivel 7 del marco europeo.
El ingeniero industrial y gerente en la oficina de Zaragoza de la empresa IDOM, Fernando Martínez Altarriba, ha explicado que en muchos proyectos europeos "se pide el currículo de todos los componentes y se puntúa tanto por experiencia profesional, como por titulación".
Así, a los ingenieros españoles "bien preparados y, tras haber estudiado una carrera de 5 o 6 años --entre 300 y 360 créditos--, en ocasiones no se reconocía dicho título como equivalente al master --300 o 360 créditos--, sino como graduado --240 créditos--, por lo que la oferta de una empresa española recibía menos puntuación o era directamente excluida por no cumplir los requisitos de titulación".
Para salvar esta situación, en ocasiones las empresas tenían que recurrir a ingenieros de otros países, cuya titulación sí estaba homologada por su legislación nacional. "Eso a veces impedía a las empresa contar en sus equipos con los profesionales elegidos en primer lugar por su idoneidad y experiencia", ha manifestado Fernando Martínez.
DESVENTAJA
El ingeniero industrial y Director Comercial de TAIM WESER, Luis Monge, ha coincidido en que "esa falta de homologación ponía directamente en desventaja a las empresas españolas frente a sus competidoras internacionales, al verse forzadas a colaborar con otros profesionales cuyas titulaciones, de manera intrínseca, poseían las competencias requeridas".
A su entender, "eso, sin duda, se ha traducido en sobrecostes y demoras, y, al fin y a la postre, en detrimento de competitividad y pérdida de oportunidades de negocio".
Para Monge, problema no ha afectado tanto a las grandes empresas, como la suya, "que, al estar presentes en muchos países ya cuentan con plantillas internacionales", pero sí "a las pequeñas puesto que el efecto de esa necesidad de contar con apoyos externos se multiplica de manera inversamente proporcional al tamaño de las empresas".