ZARAGOZA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Laboratorio Agroambiental del Gobierno de Aragón cumple 50 años. El día 13 de julio de 1972 se celebró el acto oficial del 'Laboratorio Agrario Regional del Ebro', si bien había comenzado a funcionar un año antes
El acto estuvo presidido entonces por el subsecretario de Agricultura, Virgilio Oñate, acompañado de otras autoridades del Ministerio, entre ellas, el director general de Industrias y Mercados en Origen de Productos Agrarios, Juan Bautista Serra, y los subdirectores de Mejora de la Calidad y Mejora contra Fraudes, de Mercados en Origen de Productos Agrarios y de Coordinación y Programas, José Antonio Canals, Antonio Herrero y Antonio Salvador, respectivamente.
Cuando el Ministerio de Agricultura de la época creó el 'Laboratorio Agrario Regional del Ebro' se pretendía contar con una red de laboratorios agrarios para la mejora y modernización del sector agrario. El de Zaragoza fue el primero de los once que se pondrían en marcha en pocos años.
Los verdaderos impulsores del proyecto inicial fueron, a nivel político, el aragonés Ramón Esteruelas Rolando, y a nivel técnico Rafael García Faure, quien dedicó la mayor parte de su carrera profesional a este proyecto.
Dos eran los objetivos principales de la red de laboratorios que se iniciaba: la defensa contra fraudes y la puesta a disposición del Sector de análisis agrícolas; y la normalización y fomento de la calidad de los productos agrícolas, que han permanecido vigentes durante toda la historia del Laboratorio.
En la actualidad su participación es esencial en el control de fraudes, siendo una herramienta muy importante en los aspectos productivos y ambientales de la aplicación de la Política Agraria Común (PAC) y en su Programa de Desarrollo Rural (PDR).
El Laboratorio Agroambiental ha celebrado su cincuenta aniversario con una serie de actividades y un esfuerzo de divulgación durante el último año. El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, abrió estas actividades el 29 de abril de 2021 y también presidió el acto institucional que tuvo lugar en la Sala de la Corona, el 29 de septiembre.
NUEVA DIMENSIÓN
El actual Laboratorio Agroambiental ha adquirido una dimensión mucho mayor que aquel 'Laboratorio Agrario Regional del Ebro', con la incorporación de los análisis de sanidad animal o de la caracterización organoléptica del aceite de oliva virgen.
Asimismo, la capacidad técnica ha evolucionado, con un equipo humano altamente cualificado y al amparo de equipos de medida con tecnología más avanzada, y actualmente se puede determinar la presencia de sustancias hasta concentraciones que hubiesen sido calificadas de ciencia ficción en 1972.
El actual Laboratorio Agroambiental ofrece un servicio de análisis que es imprescindible para la propia Administración y muy útil para el conjunto del Sector Agroalimentario y para el conjunto de la sociedad (control de fraudes, calidad, seguridad alimentaria).
En su Cartera de Servicios cuenta con 610 procedimientos, de los que 116 cuentan con la "acreditación" por parte de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), es decir con el nivel más alto de garantía de calidad y el reconocimiento internacional de resultados.
La mayor parte de esos procedimientos permiten averiguar más de un parámetro o propiedad, con lo que la oferta de servicios de análisis es de las más extensas de un laboratorio oficial en España, por ejemplo, el análisis de residuos de productos fitosanitarios (en frutas, cereales, que permite determinar varios cientos de materias activas con acreditación ENAC.
Se efectúan determinaciones sobre los más diversos tipos de muestra, desde suero sanguíneo a estiércol, pasando por todo tipo de alimentos, suelos o muestras ambientales. Y se aplica un gran número de técnicas de análisis, desde las más conocidas y sencillas, como la simple gravimetría, hasta la PCR, tan famosa últimamente, o la cromatografía de gases o de líquidos, que permite llegar a detectar una parte de una sustancia en un trillón de partes de muestra.
El Laboratorio está obligado a guardar confidencialidad sobre los resultados que obtiene de sus actividades. Esto hace que permanezca siempre en un discreto segundo plano.