EL PUEYO DE ARAGUÁS (HUESCA), 26 (EUROPA PRESS)
La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, ha visitado este viernes el Real Monasterio de San Victorián, ubicado en el municipio de El Pueyo de Araguás (Huesca), para conocer las últimas obras de restauración que se han acometido y que han supuesto una inversión cercana a los 100.000 euros.
Para este año, ha anunciado, los trabajos se van a centrar principalmente en la cimentación con el objetivo de consolidar y proteger el cenobio, declarado en 2002 Bien de Interés Cultural. Para ello se destinará una partida de 60.000 euros.
Se llevará a cabo el desbroce, desescombro y consolidación de muros exteriores y de la muralla noroeste del recinto. También se contempla una excavación arqueológica y la consolidación de restos de los Huertos del Cura y de los Monjes del Palacio Abacial. De esta manera, se garantiza la conservación y el mantenimiento de un monumento de gran valor histórico y patrimonial.
Considerado, según los expertos, el monasterio más antiguo de España, poco a poco va recuperando su esplendor gracias al esfuerzo inversor que se ha hecho desde el Departamento de Cultura en su apuesta por recuperar y poner en valor el patrimonio cultural aragonés.
La consejera ha subrayado la necesidad de seguir trabajando en la rehabilitación del monasterio, ya que "todavía queda mucho por hacer, aunque vamos avanzando porque este es un lugar emblemático del Sobrarbe y de Aragón que merece estar totalmente adecuado para los numerosos visitantes que acuden a esta comarca, una de las más turísticas de la Comunidad".
La visita de la consejera ratifica los anuncios realizados en el monasterio de San Victorián por el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, el 31 de octubre del pasado año. En aquella visita, Lambán anunció la rehabilitación del claustro y la voluntad de seguir con las obras de este emblemático monasterio del Sobrarbe.
ACONDICIONAMIENTO DEL CLAUSTRO
Pérez ha tenido la oportunidad de admirar el trabajo de restauración que a finales de 2016 se ha llevado a cabo y que ha permitido reparar las cubiertas de la Iglesia y el acondicionamiento del claustro, la torre, el refectorio, la biblioteca y otros recintos anexos, que se han incorporado, por primera vez al programa de visitas guiadas, fruto del convenio con Turismo de Aragón, la Comarca de Sobrarbe y el Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás.
En la línea de colaboración con distintas administraciones, en este caso con la Diputación Provincial de Huesca (DPH), se ha mejorado el acceso desde Oncins a San Victorián y se está planificando la adecuación de la carretera desde Oncins a Los Molinos.
La consejera de Educación ha insistido en la necesidad de potenciar aquellos elementos culturales tan emblemáticos como San Victorián porque ayudan a frenar la despoblación y a asentar población en el medio rural.
Mayte Pérez ha estado acompañada por el director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín; el presidente de la Comarca de Sobrarbe, Enrique Campo; el alcalde del municipio, Jesús Buetas; y la directora del Museo de Huesca, Laura Asín.
EL MONASTERIO DE SAN VICTORIÁN
El Real Monasterio de San Victorián está declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento (BOA de 15 de marzo de 2002). En julio de 2008, el obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, y el Gobierno de Aragón firmaron el documento en el que se formalizaba el compromiso alcanzado entre las dos instituciones.
De esta forma, la propiedad pasó a manos del Ejecutivo autonómico y, tras un largo tiempo de negociaciones, el Gobierno de Aragón adquirió la parte del monasterio que todavía se encontraba en manos privadas.
Se trata de un conjunto arquitectónico monacal del siglo XVI formado por diferentes construcciones, ubicado en un lugar montañoso y aislado, y rodeado por un recinto amurallado. Este se compone de una Casa Abadía, una Hospedería y dos construcciones rectangulares comunicadas entre sí y dispuestas en torno a un espacio abierto con una fuente y una cruz.
En el centro se dispone el claustro de la comunidad, cuya crujía central es el único vestigio de la construcción medieval sobre la que se levantó el nuevo monasterio. La iglesia, del siglo XVIII, tiene tres naves, en origen cubiertas con una bóveda de cañón con lunetos encamonada, y cabecera recta. Adosada a la iglesia destaca una gran torre de planta cuadrada y dos cuerpos en altura, tras la cual se encontraba el cementerio.