TARAZONA (ZARAGOZA), 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte, ha inaugurado la restauración de la mezquita de Tórtoles, una auténtica joya del patrimonio de la ciudad que ha tenido diversos usos a lo largo de su historia y que ahora se integra en la oferta turística de la localidad zaragozana.
La mezquita, de mediados del siglo XV y declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés, se ha sometido en el último año a un proceso de restauración integral que permite descubrir la belleza y el brillo que tuvo en el pasado. Las obras han sido financiadas por el Ayuntamiento turiasonense y la Comarca de Tarazona y el Moncayo con una inversión de 406.639,12 euros.
Beamonte ha mostrado su satisfacción por "haber recuperado uno de los edificios más singulares de Tarazona que fortalecerá el proyecto que tenemos de ciudad, basado en el turismo y en la cultura como elemento de referencia".
El alcalde ha destacado el esfuerzo económico que han hecho ambas instituciones en este restauración y ha incidido en que la recuperación del patrimonio es también un foco de retorno de economía.
Además, ha recordado que en Tarazona siempre ha habido referencias históricas a la época musulmana y que ahora esta historia puede conocerse a través de esta mezquita.
El presidente de la Comarca de Tarazona y el Moncayo, Alberto Val, ha señalado que esta actuación es la obra más importante del Plan de Competitividad Turística y se ha mostrado convencido de que será un elemento de atracción para el turismo.
Por su parte, el arquitecto que ha dirigido la restauración, Javier Ibargüen, ha explicado que el mayor reto ha sido unificar los distintos usos que ha tenido a lo largo de su historia y conseguir imagen coherente, y ha apuntado que las actuaciones han permitido sacar a la luz el mimbar, un pequeño hueco donde se colocaba la escalera para las prédicas del imán y que se encontraba cegado.
Para el historiador Javier Bona, se trata de una obra "emblemática", puesto que en Aragón hay muy pocos ejemplos de arte musulmán construido en época cristina, al mismo tiempo que ha destacado que los habitantes que vivieron en Tórtoles supieron hacer una obra que ha trascendido en el tiempo.
RECUPERAR LA TECHUMBRE
Las obras de restauración ha permitido recuperar la techumbre, el elemento artístico más importante del edificio y que presenta la mejor decoración pictórica de las escasas mezquitas que se conservan en España. Este elemento, de madera y con decoración vegetal, animal e inscripciones árabes, se encontraba muy deteriorado y desmontado desde los años 90.
Otros de los trabajos más destacados se han realizado en el mihrab, de herradura enjarjado y con la singularidad de ser el único, entre los aragoneses, que conserva el total de su planta; y en el retablo de pintura al fresco, único vestigio de su uso como iglesia.
Asimismo, en su interior, se ha restaurado la pared de la quibla, se han reparado pequeños daños estructurales y se ha creado una zona expositiva en la que se puede conocer la importancia histórica y artística del edificio y cómo ha sido el proceso de rehabilitación.
También se han ejecutado trabajos de restauración en el exterior y que han consistido en el revestimiento del zócalo de las fachadas y en la protección de los nuevos muros de ladrillo en los testeros.
Se han solucionado los problemas de humedades en el edificio, con actuaciones también en el solar contiguo, se ha construido una escalera y puerta de acceso al edificio; se ha completado la acera y se ha actuado en la cubierta.
LA MEZQUITA DE TÓRTOLES
Tras la conversión forzosa de 1526, la mezquita de Tórtoles fue consagrada como iglesia, uso que mantuvo hasta la expulsión de los moriscos en 1610. Después de quedar desafectada de culto, el edificio, que dispone de una planta única y ocupa una superficie de 126 metros cuadrados, tuvo distintos usos, llegando a ser un pajar.
El Centro Recreativo Cultural Nuestra Señora de la Huerta del Barrio de Tórtoles cedió el edificio a la Asociación de Vecinos Aveto a finales de los 80 y en los siguientes años se acometieron distintas obras de restauración. Desde 1999 el Ayuntamiento la tiene en propiedad por donación de la asociación.
El edificio presenta la singularidad de ser un ejemplar único de conservación de las antiguas mezquitas rurales. De hecho, es, junto con la de Calatorao, la única mezquita de estas características que se conserva en Aragón.