Híjar, Muñoz y Artigas visitan Pontoneros
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 6 febrero 2017 14:16

ZARAGOZA 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El consejero municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Muñoz, ha alertado de que "no actuar" en el edificio del antiguo cuartel de Pontoneros "sería una locura" porque aumentaría el deterioro del inmueble y ha pedido el apoyo de los grupos de la oposición para aprobar el proyecto de construcción de 61 viviendas sociales con espacios comunes.

"Si no actuamos, la situación va a empeorar y, además, va a tener un coste de oportunidad importante", ha dicho al explicar que solo para consolidar este espacio se precisa de un millón de euros, mientras que si se acometiera el proyecto de apartamentos sociales el Ayuntamiento aportaría 1,7 millones del presupuesto ordinario, otro millón de euros de Zaragoza Vivienda y el resto, hasta 6,4 millones, sería crédito bancario.

Muñoz ha precisado que todo este desembolso "no es gasto, sino inversión productiva, ya que al ser alquileres el dinero se recupera" y, según el proyecto, el plazo de ejecución de la obra son dos años.

Ante las dudas que genera en el grupo municipal socialista este proyecto, y en concreto la forma de financiación, Muñoz ha contestado que "es el mismo que ha seguido el Ayuntamiento en los últimos 30 años cuando se pide crédito y se recupera poco a poco".

Lo ha comparado con el del Mercado Central "ya que primero hay una inyección económica y luego se recupera con las tasa de los detallistas y el resto de la financiación se pide prestada".

En cuando a la pega que argumentaba la oposición sobre la actuación en el entorno, ha informado de que se ha pedido al servicio de arquitectura que elabore un proyecto sobre los restos arqueológicos y "creo que no habría impedimento técnico o arqueológico para hacer este proyecto".

Ha relatado que dentro de la política de recuperación de edificios sin uso que tiene el Ayuntamiento "este es uno de los edificios singulares y les decimos a los grupos municipales que nos dejen actuar porque hay proyecto y financiación; el dinero ya está", ha incidido.

Asimismo, ha ensalzado la importancia del edificio en el entorno de San Pablo y ha defendido la actuación pública porque es "la clave de las apuestas urbanísticas y de recuperación de barrios que estamos lanzando".

Muñoz ha afeado a la oposición que acuse al equipo de gobierno de parálisis, pero "cuando se plantea una inversión importante y no se nos deja actuar entonces la parálisis es en sentido inverso".

"NO HAY IMPEDIMENTO"

El concejal de Vivienda y Deporte, Pablo Híjar, ha recordado que este antiguo cuartel lleva abandonado mucho tiempo, pero tiene proyecto redactado y con financiación y ha abundado en que "no hay ningún impedimento para ponerlo en marcha, solo falta un voto afirmativo" en el consejo de administración de la sociedad municipal Zaragoza-Vivienda, ha puntualizado.

Al respecto, ha recordado que se ha sometido a votación en dos ocasiones y la primera decayó al contar con los votos contrarios de tres grupos de la oposición --PSOE, PP y Ciudadanos-- y en la segunda vez se tuvo que retirar al tener constancia de la abstención anunciada de los socialistas.

Híjar ha expuesto que el proyecto de 61 apartamentos con espacios comunes "es innovador en España, no en Europa, donde se ha implantado hace décadas" este tipo de viviendas en las que en la primera planta alberga los servicios comunes.

La presidenta de la Junta de Casco Histórico, Teresa Artigas, ha remarcado la oportunidad de recuperar este edificio sin uso para darle una utilidad de vivienda social y que, de esta forma, "los vecinos del Casco Histórico puedan quedarse a vivir aquí y también que puedan acercarse otros vecinos a vivir en el corazón de la ciudad y revitarlizarlo y darle más vida".

Asimismo, ha indicado que este proyecto ha tenido "muy buena acogida entre los vecinos y las críticas han sido más que positivas porque se entiende como una iniciativa de seguir trabajando para dar vida al barrio".

PROYECTO

El proyecto está destinado a satisfacer las necesidades de dos colectivos especialmente necesitados: jóvenes y personas mayores, e incluyendo también a otro colectivo, el de personas de edad intermedia con disposición de compartir tiempo, que tienen necesidad de acceder a un alojamiento, que no necesitan una superficie privativa demasiado amplia, y que buscan una alternativa de vivienda y vida en común.

En el caso de los jóvenes, se concibe como un alojamiento transitorio para esta primera etapa de sus vidas y en el caso de los mayores sería facilitar apartamentos adaptados a sus necesidades con elementos privativos y comunes que procuren su independencia y autonomía con calidad durante más tiempo, a la vez que facilita sus relaciones sociales y los servicios de apoyo, ha detallado Híjar.

El colectivo de edad intermedia puede ser un alojamiento transitorio, con posibilidad de permanente, y especial atención a grupos con vulnerabilidad social, como mujeres solas o pequeñas familias monoparentales/monomarentales.

El proyecto inicial cuenta además con dos alojamientos de cuatro dormitorios destinados a familias numerosas, al ser un grupo vulnerable que no encuentra fácil respuesta residencial y puede verse especialmente beneficiado de este modelo colaborativo.

Los alojamientos con adaptaciones de accesibilidad también pueden resultar de especial interés para responder a necesidades cada vez mayores de estas personas.

La tipología de los alojamientos se dirige especialmente a unidades de convivencia pequeñas (alojamientos de uno o dos dormitorios), que son un colectivo con fuerte demanda de alojamiento social para el que existe poca capacidad de respuesta. Los modelos de convivencia de la sociedad evolucionan hacia un incremento de las pequeñas unidades frente a la familia tradicional, ha expuesto Híjar.

BIEN MONUMENTAL

El edificio del antiguo cuartel de Pontoneros data del siglo XVIII y se concibió para albergar viviendas de los oficiales. Siempre ha tenido uso militar y consta de tres casas que cuentan con planta baja más otras tres alturas y una bajo cubierta.

En los últimos años que tuvo uso, se ha dedicó como centro de expedición de documentos del servicio geográfico militar, hasta que en los años 70, con la denominada 'operación cuarteles', pasó a ser de propiedad municipal con la intención de recuperarlo para usos civiles.

El vicepresidente de la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda, Nardo Torguet, ha relatado que en 1993 se cedió a la Administración del Estado para que al Ministerio de Cultura redactara un proyecto para que fuera la sede del Archivo Histórico Provincial, pero la aparición en la parte trasera de unos restos arqueológicos de un posible arrabal islámico del siglo X y XI retrasó el proyecto, que no se llegó a hacer y el edificio revirtió al Ayuntamiento en 2007.

"El deterioro físico general hace precisa una actuación urgente", ha incidido Torguet, para recordar el proyecto de 61 viviendas sociales redactado por la sociedad Zaragoza-Vivienda.

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