ZARAGOZA 31 May. (EUROPA PRESS) -
El Museo Pablo Gargallo de Zaragoza completa una pieza más del puzzle vital del escultor maellano con la incorporación en régimen de depósito de un pequeño relieve en el que figura la imagen de su madre, Petra Catalán.
Esta obra se incorpora fruto de la "generosidad y la confianza" que ha mostrado su propietaria, María Ángeles Estaña, al museo zaragozano, que suma ya 193 piezas del artista nacido en 1881, tras una década sin novedad alguna en ese aspecto.
El relieve 'Retrato de la madre del artista', es una pequeña pieza realizada en 1896 en escayola, de 12,2 por 9,1 por 3,1 centímetros, que representa a la primera figura femenina de referencia para Gargallo: su propia madre, Petra Catalán, y es la primera representación que de ella dispone el espacio expositivo, que este viernes ha contado también con la presencia de la nieta del artista, Camille Gargallo.
Ese marco femenino que para el artista supuso Petra Catalán, pasó luego a Magali, cuyo retrato se encuentra ubicado en la quinta planta del museo, antes de desembocar en Pierrette Gargallo, "razón de ser del propio museo", según ha remarcado el responsable de la sección de Museos del Ayuntamiento de Zaragoza, Rubén Castells.
La pieza, de unos 130 años de antigüedad, corresponde a la etapa adolescente de Gargallo, puede ser de hecho uno de sus primeros trabajos, anterior incluso de acceder a su posterior aprendizaje artístico, como lo es también la de 'La Virgen', lo que para Castells deja bien a las claras "las excelentes aptitudes naturales que tenía Gargallo para la plástica ya desde niño".
'Retrato de la madre del artista' ha permanecido a buen recaudo durante todo este tiempo en manos de la familia de Estaña. La propietaria ha relatado el periplo vital de una pieza con la que su hermano jugaba de pequeño y que luego fue custodiada como un tesoro. Gargallo debió de tallarla en escayola en la ermita de Maella y, fruto de la posterior amistad de Estaña y Pierrette, fue catalogada y expuesta durante un tiempo en el Palacio de la Virreina de Barcelona con motivo del aniversario del nacimiento de Pablo Gargallo.
"Nunca tuve el valor de exponerla en casa por la fragilidad de la escayola del bajo relieve", ha confesado su propietaria. Al mismo tiempo, ha manifestado que fue consciente de que debía compartir la obra para que pudiera ser admirada por el público. Y ahí resultó clave la confianza transmitida por el museo zaragozano, que procedió a su limpieza y tratamiento para exponerla finalmente en su planta calle. "La obra está como y donde tiene que estar", ha concluido Estaña.