ZARAGOZA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El diputado del Partido Aragonés (PAR), Jesús Guerrero, ha manifestado este lunes su "preocupación" ante la posibilidad de que la escultura del Sagrado Corazón que forma parte del Castillo de Monzón pudiera ser desmontada de la fortaleza y trasladada a otro lugar, "como pretende el alcalde del municipio".
Este asunto, ha subrayado el diputado del Partido Aragonés en una nota de prensa, está creando "una verdadera alarma social en Monzón y su entorno". Además, ha señalado que el traslado de la figura del Sagrado Corazón de Jesús puede suponer un coste de entre "100.000 y los 300.000 euros a costa de todos los vecinos de Monzón".
La petición de traslado del Cristo del Castillo, ha argumentado, "no es por cuestiones de seguridad, como sostiene el Ayuntamiento de Monzón ya que, en el proyecto original redactado por Manuel Manzano Monís, experto en materia de restauración de este tipo de monumentos a nivel nacional, no contempla la posible retirada de la figura del Sagrado Corazón", ha defendido Guerrero.
Ha tildado de "curioso" que en el informe encargado por el Ayuntamiento de Monzón no se ofrezca como solución alternativa el desmontaje de la estatua y que una vez efectuadas las reparaciones y consolidaciones necesarias no se proponga su reinstalación en su ubicación original mediante la construcción de una peana y puntos de apoyo mucho más ligeros que los actuales, que si bien en los años 50 no existía la técnica adecuada hoy sin duda es posible. A todas luces esta solución "sería económicamente mucho menos onerosa que su traslado y reubicación en otro lugar externo al castillo".
Así las cosas, el Partido Aragonés ha presentado en el Registro de las Cortes una proposición no de ley para su debate en la Comisión correspondiente, con la que pretende que el Ayuntamiento de Monzón, el Gobierno de Aragón y el Gobierno de España se centren en "la más que necesaria rehabilitación del Castillo, su dinamización y promoción turística con el objetivo de crear riqueza en el sector del comercio y la hostelería de Monzón, en lugar de crear divisiones entre los monzoneros".
"Queremos resolver la polémica innecesaria creada por el traslado y que la Administración central dueña de la fortaleza tome cartas en el asunto y se evite la amputación de la fortaleza y la barbaridad del coste del traslado", ha dicho.
INICIATIVA
En su iniciativa, el PAR insta al Gobierno de Aragón a que se dirija al Gobierno de la Nación en calidad de propietario del castillo de Monzón para que confirme que la figura del Sagrado Corazón presente en el monumento se encuentra incursa como elemento inseparable del conjunto BIC y que solicite al Ministerio de Cultura, como dueño y promotor de las obras de rehabilitación del Castillo y al de Hacienda como propietario del inmueble BIC, a que tome todas las medidas que sean necesarias para proteger la escultura, y evitar en todo momento su deterioro, destrucción y traslado como elemento que forma parte del monumento.
Los aragonesistas proponen que los técnicos del Gobierno de España revisen y determinen si la escultura constituye un problema de seguridad real para el conjunto del inmueble tras las obras de emergencia y rehabilitación que se están realizando en la fortaleza templaria de la capital del Cinca Medio, y en su defecto buscar soluciones alternativas para que permanezca en el Castillo.
Han recomendado que se habiliten partidas presupuestarias plurianuales en los PGE para rehabilitar el Castillo, por su historia y motor dinamizador de futuro, acorde a las necesidades detalladas en el Plan Director.
El diputado, Jesús Guerrero, autor de la iniciativa parlamentaria, ha señalado que el castillo de Monzón acompaña desde el siglo X y de manera permanente a los montisonenses, llegando a erigirse como "el símbolo más significativo de pertenencia a esta localidad que tuvo una gran importancia a lo largo de los siglos XI y XII con la Orden del Temple".
BIC
Por su valor arquitectónico e histórico fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) a mediados del siglo XX. Y en su baluarte superior, y como parte del propio bien, cuenta desde 1950 con una escultura del Sagrado Corazón que ha conseguido fundirse no sólo con el entorno arqueológico sino también en la querencia de los vecinos, al margen de ideologías.
Muestra de ello es que hasta el momento la Plataforma que se ha creado para la defensa del mismo ha recogido más de 6.000 firmas hasta el momento.
El tiempo ha convertido esta escultura en "un símbolo de los montisonenses cuya unidad ven ahora en peligro". Se ha creado una situación de "preocupación emocional innecesaria entre la gente" por un posible desmontaje y traslado de la escultura a otro lugar que se ha visto agravada en la ciudadanía por el coste económico elevado que supone su traslado "a costa del bolsillo de todos los montisonenses".