ZARAGOZA 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción de guardia de Zaragoza ha decretado el ingreso en prisión para cuatro de los seis detenidos que constituían la cúpula de una organización criminal que utilizaba a personas vulnerables para realizar estafas a través de Internet.
Con estos seis últimos, son ya una veintena los detenidos de esta banda en el marco de la denominada operación Hook. Durante los registros, se hallaron, por primera vez en Aragón, más de 11.000 euros en cuentas de criptomonedas.
Estas seis últimas detenciones --que se han producido este miércoles, 8 de noviembre-- son el resultado de la última fase de la denominada operación Hook, que culmina con un operativo coordinado y con la entrada simultánea en cinco domicilios, han informado fuentes policiales.
La última fase de la operación coincide con la detención de la cúpula de una organización en la que los roles y las funciones estaban perfectamente establecidos.
'MODUS OPERANDI'
Así, uno de ellos obtenía los datos técnicos y las aplicaciones a través de las cuales se accedía a las víctimas, que realizaban transferencias a las cuentas que este les indicaba.
Un segundo, el 'cabecilla', desarrolló en el barrio zaragozano del Gancho, en el Casco Histórico, una red de captación de personas vulnerables, "indigentes", toxicómanos y discapacitados a los que, a cambio de un poco de dinero, sustancias estupefacientes o bajo amenazas, dirigían a una serie de pisos ocupados o a sus propios domicilios para abrir las cuentas que necesitaban. Así se han abierto más de cien cuentas bancarias y se han apoderado de hasta 150.000 euros.
Estas personas actuaban como lo que en el 'argot' policial se conoce como 'mulas', es decir, que cedían su cuenta bancaria o su identidad para la recepción de un dinero procedente del delito y así ocultar su verdadero destino.
Por otro lado, otros integrantes se encargaban de llevar a estas personas a los sitios donde se les iban a abrir las cuentas o a comprar tarjetas telefónicas masivamente para perpetrar las estafas.
Por último, otros integrantes sacaban el dinero de los cajeros, realizaban compras en comercios a cargo de las cuentas abiertas anteriormente o ingresaban el grueso de sus ilícitas ganancias en cuentas de criptomonedas.
REGISTROS Y DETENCIONES
El dispositivo de detención y registros se pone en marcha a primera hora de la mañana del pasado miércoles. Para ello, se activa a miembros del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES), de las Unidades de Intervención Policial (UIP) y de las diferentes plantillas de Policía Judicial.
Durante los registros se encontraron armas, sustancias estupefacientes, cerca de 35.000 euros en efectivo, joyas, electrodomésticos, medio centenar de dispositivos móviles y más de 11.000 euros en cuentas de criptomonedas.
MÉTODOS UTILIZADOS PARA LAS ESTAFAS
Entre los 'modus operandi' utilizados por esta organización criminal está el 'smishing', que consiste en el envío de un SMS por parte del ciberdelincuente a un usuario simulando ser una entidad legítima con el objetivo de robarle información privada o realizar cargos económicos; o el 'SIM swapping', que es un intento fraudulento de duplicar la tarjeta SIM del móvil de la víctima para acceder a su información personal y tomar el control de sus aplicaciones.
Han utilizado también la 'sextorsión', que implica una amenaza para que realice algún tipo de acción específica con el fin de no hacer públicas imágenes o vídeos con connotación sexual; y el 'hijo en apuros', por el que la víctima recibe un 'whatsapp' de un número desconocido en el que los delincuentes se hacen pasar por su hijo y que necesita que le haga una transferencia, que termina en cuentas bancarias abiertas por 'mulas' a disposición del grupo criminal.
PRIMERA FASE DE LA INVESTIGACIÓN
La investigación se inicia a principios de año con la detección de titulares de cuentas bancarias en Zaragoza que recibían dinero procedente de estafas denunciadas en diferentes localidades.
Fruto de estas investigaciones, se identifica y detiene a varios cooperadores necesarios, que a cambio de dinero o de sustancias estupefacientes se prestaban a ceder su identidad para abrir cuentas bancarias en las que los estafadores reciben el dinero de las víctimas.
Son los estafadores los que tienen las claves para operar 'online' con estas cuentas y los que extraen en cajeros el dinero obtenido ilícitamente.