BIESCAS (HUESCA), 24 (EUROPA PRESS)
El futuro Paisaje Protegido de Santa Orosia y Sobrepuerto podría incluir una gran área de casi 23.000 hectáreas del Alto Gállego y Sobrarbe, según el proyecto que será sometido a información pública. La propuesta de declarar este espacio protegido partió del propio territorio, a través del Ayuntamiento de Yebra de Basa y la Asociación O Zoque, y ha sido sometida a un amplio proceso de participación ciudadana, así como a una mesa de trabajo con los ayuntamientos que se beneficiarán con esta medida: Yebra de Basa, Sabiñánigo, Biescas, Fiscal y Broto.
El secretario general técnico de Medio Ambiente, Roque Vicente, ha adelantado hoy en Biescas que el borrador del decreto será publicado en los próximos días en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), para que todos los ciudadanos, ayuntamientos, instituciones, propietarios y asociaciones puedan presentar sus aportaciones, que serán analizadas antes de aprobar el decreto definitivo.
El objetivo del futuro decreto es promocionar el desarrollo socioeconómico sostenible de la zona y asegurar la conservación de los valores paisajísticos, culturales, históricos, arqueológicos, arquitectónicos y etnológicos existentes. También se promoverá la difusión de los valores paisajísticos y culturales, a través de programas de investigación, interpretación y educación ambiental.
Todo el área se beneficiará de los programas de desarrollo socioeconómico y líneas de ayudas establecidas por el Departamento de Medio Ambiente para las entidades locales, entes privados y asociaciones sin ánimo de lucro.
En el espacio protegido, se podrá mantener el uso agrícola actual y el laboreo de parcelas de antiguos cultivos. También se favorecerá el uso ganadero actual, fomentando el régimen extensivo mediante la recuperación de pastos tradicionales y potenciando el papel del ganado como factor de control del combustible forestal.
Asimismo, se permitirá la reforma o adecuación de las edificaciones e infraestructuras existentes ligadas a las explotaciones agrícolas y ganaderas, siempre y cuando se realicen con una total integración en el entorno.
Por el contrario, no se autorizarán nuevas actividades extractivas, salvo pequeñas canteras tradicionales que no requieran el empleo de técnicas mineras, que no obstante requerirán informe favorable previo. Tampoco se autorizarán las instalaciones de aerogeneradores ni de tendidos eléctricos aéreos, salvo los de distribución a núcleos urbanos del entorno.
Como norma general, no se autorizará la instalación de nuevos repetidores de telecomunicaciones, salvo los que se ubiquen sobre infraestructuras ya existentes o aquellos destinados a mejorar el servicio de los núcleos urbanos de la zona. Del ámbito de protección quedan excluidos los suelos urbanos y los que ya estén declarados como urbanizables.
PATRONATO AMPLIA PARTICIPACIÓN SOCIAL
Según el decreto que se someterá a información pública, se creará un patronato, que se convertirá en órgano consultivo y de participación social para coordinar actuaciones y asesorar en la gestión del mismo.
El Patronato estará compuesto por representantes del Gobierno de Aragón, Comarca del Alto Gállego, Comarca de Sobrarbe, Ayuntamientos de Yebra de Basa, Sabiñánigo, Biescas, Fiscal y Broto; propietarios particulares, asociaciones ganaderas y asociaciones culturales de la zona, Universidad de Zaragoza, Consejo de Protección de la Naturaleza, Confederación Hidrográfica del Ebro, Instituto Pirenaico de Ecología y organizaciones conservacionistas.
VALORES NATURALES Y CULTURALES
El entorno de la montaña de Santa Orosia ha sido tradicionalmente considerado como un espacio singular por la integración de sus valores naturales y culturales. Cuenta con dos Lugares de Importancia Comunitaria (Sobrepuerto y Puerto de Otal-Cotefablo) y una Zona de Especial Protección para las Aves (Sierra de Canciás-Silves).
Comprende un amplio territorio entre los ríos Ara y Gállego, que limita al norte con las estribaciones de la sierra Tendeñera y al sur con el río Basa. Estos espacios comprenden una gradación de hábitats y ecosistemas que incluyen cumbres de Erata y Pilopín.
Las variaciones altitudinales y las diferencias de orientación dan lugar a un mosaico climático de transición entre las regiones alpina y mediterránea que explica la gran variedad forestal de la región, con importantes masas de pino silvestre, quejigo y algún hayedo relicto en las zonas más sombrías, que pone de manifiesto la existencia también de influencias atlánticas.
Aparecen asimismo algunos abetos y tejos, así como pies de pino negro a partir de 1.600 metros de altitud. También son destacables los pastizales de montaña (las tascas) y hay presencia de boj, gabardera y erizón. En sus lugares más húmedos hay bosques mixtos donde aparecen tilos, serbales, arces y tremoletas, que generan un mosaico paisajístico singular.
Por otro lado, se encuentran escarpes de conglomerados que sirven de refugio a una importante población de rapaces rupícolas de gran interés, como el quebrantahuesos, el alimoche o el águila real. También se citan el halcón peregrino, culebrera europea, abejero europeo, etcétera. Existen mamíferos como sarrio, corzo, zorro, jabalí, nutria, marta o la gineta, y anfibios como el tritón pirenaico o la ranita de San Antonio.
A estos valores naturales se le suma la existencia de uno de los santuarios más significados de la comarca, así como un entramado de ermitas y otros elementos de interés etnológico, que convierten al monte Oturia en una "montaña-santuario", cuyo centro espiritual de referencia lo constituye el santuario de Santa Orosia, lugar al que se acude en romería cada 25 de junio.
Asimismo, la explotación agropecuaria se manifiesta en el modelado del paisaje (bancales, panares y fajas) y las construcciones que lo acompañan: como bordas, tapiales, güegas, fuentes, molinos, musales o mallatas De este modo, los valores naturales propios de estas montañas se unen en armonía con los aprovechamientos tradicionales del ser humano.
Estos aprovechamientos gravitaban alrededor de un conjunto de pueblos y lugares que sufrieron un fuerte proceso de despoblación en la segunda mitad del siglo XX. Muchos de ellos fueron adquiridos por el Estado, como Ainielle, Berbusa, Casbas, Cillas o Basarán. Algunos todavía conservan interesantes ejemplos de arquitectura popular.
Esta región ha inspirado a autores cuyas obras han contribuido a divulgar los valores culturales y espirituales de Sobrepuerto, tanto desde la perspectiva etnológica como literaria.