ZARAGOZA 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El director gerente del Servicio Aragonés de Salud, Javier Marión, ha lanzado este miércoles un mensaje "de tranquilidad total y absoluta" por la pérdida de un radiofármaco en el Hospital Clínico Universitario 'Lozano Blesa' de Zaragoza, al garantizar que "no entraña ningún riesgo", ni para los pacientes, ni para la población en general, ni el medioambiente.
En rueda de prensa, acompañado por el gerente del sector sanitario Zaragoza III, Ignacio Barrasa, el jefe del servicio de Física y Protección Radiológica del Hospital Clínico, Miguel Canellas, y la directora del centro, Isabel Gutiérrez, han explicado los detalles del incidente ocurrido el pasado 12 de enero en este hospital zaragozano, insistiendo en que en este caso "el riesgo es inexistente porque sería como si se pierde un paracetamol y no se sabe donde lo tiene".
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha informado este martes de que no existía riesgo de irradiación externa tras el extravío de esta dosis de radiofármaco en la capital aragonesa y ha calificado el incidente como "anomalía", ha recordado Marión.
Ha detallado que el Salud tiene contratado con la empresa IBA Molecular el suministro de más de mil radiofármacos al mes. La compañía tiene un espacio cedido por el Hospital Clínico donde reciben, manejan y preparan estos radiofármacos hasta que pasan a los profesionales sanitarios.
El bulto radiactivo se recibió el pasado 12 de enero en el hospital y, al parecer, el trabajador que lo estaba manejando lo extravió y "probablemente fue con el resto de envases" al contenedor de residuos.
De esta forma, el incidente, clasificado por el CSN como de nivel 1 (anomalía) en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), se debe a un error humano por la gestión inadecuada y la pérdida del bulto radiactivo.
EVITAR QUE VUELVA A OCURRIR
La empresa puso en conocimiento del Salud y del CSN lo ocurrido y, desde ese momento, "hemos mantenido contactos con el Consejo y la empresa" a quien el Salud ha solicitado que reviste sus protocolos de actuación para "evitar que la anomalía vuelva a ocurrir", ha apuntado Marión.
El doctor Ignacio Barrasa ha recalcado que el riesgo para los pacientes, para la población y para el medioambiente "es inexistente" y, de hecho, ha observado que los profesionales que trabajan con este radiofármaco lo hacen "sin ningún tipo de protección personal".
Al conocer el caso se pidió a la empresa que buscara este producto que, probablemente, se encuentra en el vertedero municipal. El episodio se da por concluido a falta de que el CSN remita su acta, después de que este martes, 24 de enero, uno de sus inspectores haya estado realizando las verificaciones oportunas en la instalación dado que no se ha recuperado el vial.
El doctor Miguel Canellas ha precisado que la caja extraviada contenía una dosis de un radiofármaco compuesto de Radio 223 (Ra-223), un emisor alfa, cuyo periodo de semidesintegración es de 11,43 días y que se usa para tratamiento paliativo del dolor de metástasis óseas en caso de cáncer de próstata. Al ser un emisor alfa, "sus partículas son muy pesadas y con muy poquito alcance, lo frena una hoja de papel" e, incluso, el propio vial que lo contiene "lo frena", de modo que "no hay riesgo de emisión externa".