LA HOZ DE LA VIEJA (TERUEL), 31 (EUROPA PRESS)
Los vecinos de la localidad turolense de La Hoz de la Vieja prosiguen este jueves las tareas de limpieza de sus casas y calles, tras los estragos causados por una tormenta torrencial que desbordó el cauce de la rambla que la atraviesa y arrasó las pasarelas que comunican las dos partes en las que está dividido el casco urbano.
La población, que no alcanza el centenar de habitantes, permaneció este miércoles sin suministro de agua corriente, pero mantiene el de la luz y ha recuperado la cobertura telefónica en una jornada en la que la principal tarea es limpiar el barro que lo cubre todo en las plantas bajas y garajes de las viviendas más próximas al cauce desbordado.
"Afortunadamente aquí no ha habido daños personales ni desaparecidos como estamos viendo en la tele, pero los destrozos han sido enormes", comparte José Antonio, vecino de la localidad, a la que Protección Civil y el Ayuntamiento suministraron agua potable embotellada para salvar las primeras horas de caos.
El pueblo entero se remangó para echar una mano en las zonas comunes y propiedades particulares, tal y como destaca este vecino: "Llegamos más que menos porque aquí casi todo el mundo tenía alguna zona afectada por el agua y en todo caso había que echarse una mano para limpiar los cerros de los vecinos. Mucha gente que tiene allí segundas viviendas y que se iba enterando de lo sucedido acudió a lo largo del día, para ver los daños y limpiar su casa".
"El agua entró por todo y en algunos sitios alcanzó los 50 centímetros de altura, en otras casas llegó al metro y en otras incluso lo sobrepasó", ha explicado.
Unos niveles que según comenta, han causado cuantiosos daños: "La gente que tenía la vivienda en esa planta, pues fíjese, una salón, una cocina con medio metro de barro, pues todo destrozado. Y en los garajes, los coches también afectados", ha detallado.
La fuerza del agua de bajada, según ha recordado, "deshizo" las pasarelas y "las arrastró" y llevó diversos materiales a las propias viviendas situadas junto al cauce. Unas infraestructuras que han dejado incomunicadas ambas zonas de La Hoz de la Vieja: "Para ir de una orilla a otra es una película, porque hay otro puente, un puente mucho más alto ya de la carretera, pero, claro, hay que desplazarse y hacer una caminata tremenda para pasar de un lado a otro", comenta este vecino, que recuerda otro episodio incluso peor ocurrido hace más de una década.
"Tuvimos una tromba parecida en 2013, que nos pareció que fue muy gorda y esta ha sido, quizá, un poquito menos, pero de las mismas características", ha apuntado.