ILCHE (HUESCA), 24 (EUROPA PRESS)
Dos emprendedores, Silvia Jiménez y Kurt Arruda, decidieron cambiar su vida en las Azores para iniciar un negocio de destilado artesanal de plantas aromáticas en el Somontano de Barbastro, donde residen desde hace seis años y están en el proceso final de puesta en marcha de su empresa.
Savia Íbera, esta destilería artesana de aceites esenciales e hidrolatos puros, naturales y sostenibles que se encuentra ubicada en la localidad oscense de Berbegal, es la primera destilería de aceites esenciales en Huesca y de las primeras en Aragón.
En declaraciones a Europa Press, Silvia Jiménez ha detallado que hace seis años se trasladaron y asentaron en esta zona, adquiriendo primero una hectárea de tierra en Fornillos, donde comenzaron con una plantación experimental hace cuatro años.
No obstante, poco después comprobaron que necesitaban más terreno y adquirieron más tierras en Ilche, en la zona de Berbegal. "Empezamos a destilar con alambique de cobre, después con uno que construimos nosotros y, al dominar la técnica, compramos uno de acero inoxidable que nos llegó desde Francia".
"La idea inicial era poner una destilería en el terreno, pero tuvimos que cambiar de idea porque era un presupuesto muy elevado" para acondicionar las instalaciones y cumplir la legislación, de modo que buscaron otro emplazamiento para instalar la maquinaria.
"Hemos acabado en una antigua cuadra del Ayuntamiento de Berbegal, alquilados en un trocito del silo municipal", donde han instalado su destilería artesanal hace un año y "estamos a punto de abrirlo al público". Aunque ya disponen de licencia de actividad, "nos falta alguna cosa", como posibilitar que el espacio se pueda visitar y complementar el proyecto con una parte turística y didáctica.
PLANTAS DE TODA LA VIDA
Jiménez ha dejado claro que "no hacemos perfumes, ni cosmética, ni champús, ni jabones. Somos productores de la materia prima", del aceite esencial y el hidrolato para el que utilizan "plantas de toda la vida de la abuela, como el tomillo, el romero" y destilan tanto las flores como las hojas. Todo es "casero, con unas propiedades buenísimas".
De este modo, ya se encuentran almacenando plantas y destilando, dado que "se recoge el 90 por ciento entre la primavera y el verano", con el objetivo de tener el producto lo antes posible para comenzar a venderlo.
Estos emprendedores, de 34 y 30 años, no tenían ninguna conexión familiar con la zona. "Mi pareja es portugués-canadiense y yo vengo de un pueblo de cerca de Barcelona y mis raíces son de la provincia de Teruel", ha detallado Silvia Jiménez.
UN CAMBIO TOTAL
Jiménez estuvo cinco años trabajando en las islas Azores y ha pasado "de la abundancia del agua al secano, ha sido un cambio total". "Soy bióloga y estaba trabajando en un proyecto europeo de conservación de aves, pero a los dos nos rondaba la idea de irnos a vivir al campo, queríamos intentarlo", ha relatado.
"Estábamos en las Azores, se me acababa el contrato y podía alargarlo cuatro años más, pero con esta idea comenzamos a mirar terrenos por internet que pudiésemos pagar y vimos uno en Fornillos". Contactaron con su propietaria, que reside en Badajoz, y lo compraron después de que los padres de Silvia Jiménez acudieran a verlo. "Mi madre me dijo que ella ni loca se iba al campo, pero que el terreno nos gustaría", ha recordado. "Así empezó todo. Cuando acabé mi beca de trabajo de cuatro años nos arriesgamos, vimos el momento y nos fuimos a Fornillos a ver si era posible".
"A Kurt le gustan las plantas aromáticas y a mí, como bióloga, también me encantan las plantas y sus posibles aplicaciones, me viene por profesión y de mis abuelos de Teruel", ha dicho Jiménez, al comentar que en otros países europeos se valora mucho el uso de las plantas, pero "aquí se les da poca importancia, aunque está cambiando el panorama". En su caso, cultivan "poca cantidad, pero con mucha calidad" y desean obtener "a medio plazo" el sello de producto ecológico.
Respecto a la vida en el medio rural y en una zona con poca población, ha asegurado que están "encantados". "Hay que acostumbrase a vivir en el campo, nosotros veníamos de pueblos grandes, nuestra familia no tenía relación con la agricultura, era un tema desconocido, pero en lo personal estamos súper contentos, hemos sido bien recibidos, la gente enseguida nos ayudaba y al principio cambiamos mucho de casa y los vecinos fueron encantadores". También han agradecido su ayuda a los Ayuntamientos de Berbegal, Fornillos e Ilche.
Como contras, ha señalado que "hay poca disponibilidad de casas de alquiler". De hecho, tuvieron que estar un tiempo viviendo en su campo. "Arriesgarse a venir a vivir sin poder alquilar una casa para ver si estas bien, si hay trabajo cercano", es una de las desventajas en estas zonas, ya que es "difícil comprar una casa directamente, es más seguro alquilar y probar".
INCONVENIENTES
En el aspecto laboral, "hay muchos inconvenientes", aunque han encontrado la ayuda y asesoramiento de la Comarca del Somontano y del Centro de Desarrollo Integral del Somontano, "pero hay muchas limitaciones administrativas y económicas" y a la hora de acceder a subvenciones económicas han encontrado "limitaciones" al ser un proyecto pequeño.
"Buscamos trabajo al principio para ahorrar e ir invirtiendo durante cinco años, gota a gota", priorizando, si bien ahora ambos podrán vivir de este proyecto. "Kurt está dedicado a esto al cien por cien desde hace tres años y yo trabajaba por cuenta ajena impartiendo extraescolares de inglés, en un centro de interpretación de la naturaleza en Monzón".
"Hace un año y medio me di de alta como autónoma para impartir extraescolares sobre plantas aromáticas en inglés". Así, el proyecto Savia Íbera se ha extendido a tres colegios de la zona del Somontano y el Cinca Medio, donde Silvia Jiménez realiza con los alumnos jardines aromáticos y les explica las propiedades de las plantas y cómo cultivarlas. Este año 2019 ha trabajo en tres CRA del territorio: Almunia de San Juan, Azara y Castejón del Puente.