ZARAGOZA 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El campus de la Universidad San Jorge de Zaragoza acoge este fin de semana las pruebas de acceso a la la escala de cabos y guardias de la Guardia Civil en una convocatoria nacional a la que están llamados 24.990 aspirantes.
La capital aragonesa es la sede habilitada para examinar a los candidatos procedentes de Cataluña y Aragón de las pruebas teórico-prácticas y psicotécnicas en una convocatoria que presenta una leve mejoría respecto a las anteriores, con 2.721 plazas en juego, 1.432 de libre acceso y 1.089 reservadas para militares profesionales de Tropa y Marinería con un mínimo de cinco años de servicio efectivo.
Para la Asociación Justicia para la Guardia Civil --JUCIL-- este incremento supone un "avance", pero todavía "insuficiente" para cubrir las más de 17.000 vacantes que existen en la Guardia Civil. "Es positivo que se oferten más plazas, pero necesitamos una respuesta más contundente del Gobierno. La seguridad en áreas rurales no puede depender de números tan ajustados. Es urgente reforzar la presencia de guardias civiles en todo el territorio nacional", destaca Agustín Leal, secretario de Comunicación de JUCIL.
La asociación que representa los derechos laborales y sociales de los guardias civiles exige al Ministerio del Interior que abandone sus proyectos de agentes virtuales para la instalación de tótems interactivos en áreas rurales, y se enfoque en ampliar de manera significativa la oferta de plazas de guardias civiles.
JUCIL afirma que la falta de efectivos en numerosos cuarteles rurales colabora en el proceso de un creciente abandono de estas zonas, ya que afecta de manera grave a la seguridad y al bienestar de los ciudadanos que residen fuera de los grandes núcleos urbanos.
El Ministerio del Interior anunció, hace un año, su plan de instalar avatares virtuales de guardias civiles en áreas rurales como solución para la falta de efectivos. El proyecto fue adjudicado a la empresa BeDisruptive en marzo de 2023, por 423.399 euros.
"Este proyecto, que desde el inicio calificamos de un sarcasmo, ha demostrado ser un completo despropósito", declara Leal. "No solo deja sin resolver la creciente inseguridad en el medio rural, sino que el dinero destinado a este plan fallido podría perderse mientras los cuarteles rurales siguen cerrados o sin apenas efectivos. No se puede reemplazar la presencia humana de un guardia civil por un avatar electrónico, y ahora, el riesgo de fiasco empresarial lo pone aún más en evidencia", agrega.
Además de criticar el proyecto de agentes virtuales, JUCIL recuerda la proliferación de "cuarteles fantasmas" en áreas rurales, donde muchos acuartelamientos permanecen cerrados largos periodos de tiempo o solo abren algunas horas al día. Este problema ha dejado a muchos pueblos sin el respaldo de la Guardia Civil, exponiéndolos a situaciones de inseguridad y vulnerabilidad creciente.
"El cierre de cuarteles condena a los habitantes de la España rural a vivir prácticamente desprotegidos", comenta Leal. "En lugar de fortalecer la presencia de la Guardia Civil se invierte en tótems interactivos que no pueden reemplazar la atención directa que requieren los ciudadanos en situaciones de emergencia", añade el portavoz de JUCIL.
Para la asociación es prioritario incrementar la oferta de plazas en las próximas convocatorias, reorganizar los acuartelamientos y dotar de más recursos y efectivos a las instalaciones rurales, asegurando una atención continua y cercana y priorizar la seguridad de las áreas rurales.