SANTANDER 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cantabria exige al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) la realización del control poblacional del lobo ante la situación "crítica" que vive el sector.
Así se lo ha hecho saber este lunes la consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en una reunión que han mantenido para abordar la problemática del lobo y en el que le ha comunicado que la Comunidad Autónoma remitirá el censo oficial de ejemplares "antes de que acabe el año" para, en base a esos datos, solicitar el permiso para la realización de extracciones controladas.
Según ha puntualizado Susinos, dicho censo cumple con todos los requisitos exigidos por el Ministerio de cara a permitir el control población basado en daño que, en el caso de Cantabria, es "muchísimo, cuantificable y objetivo" al igual que en el resto de las comunidades afectadas, en alusión a Galicia, Asturias y Castilla y León, con las que ha recordado "ir juntas, de la mano, sin fisuras".
La consejera ha sostenido que no se trata de hacer un control poblacional "sin sentido ni criterio, sino llevado a cabo por profesionales y especialistas en esa materia sin comprometer al lobo".
"Solicitamos el control poblacional, es necesario y urgente", ha insistido la consejera que, en el transcurso de la reunión, ha entregado un dossier completo que refleja datos "reales" en los que se demuestra que cada vez "hay más daños y más lobos y estos se encuentran ya en zonas donde no es su hábitat natural y adecuado desde un punto de vista social y medioambiental".
En este sentido, Susinos le ha recordado al secretario de Estado que Cantabria cuenta con 20 manadas fijas más 3 itinerantes y asimismo le ha expresado su "preocupación" ante el cambio en el comportamiento del lobo con su dispersión hacia zonas en las que no era frecuente su presencia y ataques más próximos a núcleos habitados.
Por ello, ha insistido en pedir al secretario de Estado "mayor apoyo económico y medidas de prevención" pues, según ha expresado, "día tras día nuestros ganaderos nos manifiestan el inmenso daño económico que sufren, no crían a su ganado para alimentar al lobo", ha apostillado.
Además, y poniendo como ejemplo una de las razas autóctonas de Cantabria, como es la monchina, de la que no hay muchos ejemplares, la consejera le ha trasladado al secretario de Estado que "es nuestra obligación conservar nuestros animales y no nos quedaremos de brazos cruzados viendo como el censo de los mismos continúa descendiendo".
Al término de la reunión, Morán ha ofrecido la "colaboración" del Ministerio en el nuevo Plan de Gestión que va a elaborar Cantabria y que reflejará el nuevo censo, que será determinante para poder realizar extracciones en la Comunidad Autónoma.
Por último, la consejera ha recordado que, como se había comprometido con el sector, en noviembre "convocaré la Mesa del Lobo" en la que estarán representados todos los actores implicados en esta materia.
EL LOBO EN CANTABRIA
Entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2024 se contabilizan 1.568 expedientes de ataques verificados, con 1.858 animales muertos (39 por ciento equino, 29% bovino, 4% caprino, 2% asnal). Y desde 2019 hasta 2023, incluido, se ha pasado de 1.048 ataques y 1.656 animales muertos, a más del doble con 2.310 ataques y 2.756 animales muertos.
Para hacer frente a estos daños, la Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria contrata una póliza de seguro para la cobertura de los daños producidos por la fauna silvestre en la ganadería y agricultura en los que la responsabilidad recaiga en la misma. Los importes que no cubre el seguro, por superar el límite por siniestro o la cuantía anual, se tramitan por responsabilidad patrimonial de la Administración.
Actualmente se encuentra vigente el Plan de Gestión del Lobo de 2019, cuya finalidad es establecer las directrices, medidas y actuaciones para conservar y gestionar las poblaciones de lobo en todo el territorio de la Comunidad Autónoma, asegurando su compatibilidad con el desarrollo socioeconómico del medio rural en general, y especialmente de la ganadería extensiva.
Entre sus objetivos tiene dos "estrechamente" dependientes y que conforman su base conceptual como son mantener la población de lobo en Cantabria en estado de conservación favorable, garantizando el intercambio poblacional con las comunidades limítrofes y, por tanto, su viabilidad en la Península Ibérica; y la minimización de la conflictividad generada por los daños que ocasiona la especie a la ganadería extensiva mediante la implantación de medidas preventivas y compensatorias y el control de ejemplares en función de la cuantía y recurrencia de los daños y de la evolución de la población".