OVIEDO 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Rural y Política Agraria del Principado ha confirmado un total de 46 reses afectadas por la enfermedad hemorrágica epizoótica en 24 explotaciones. Los datos se trasladarán al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para que consten oficialmente en el registro, según indican desde el Ejecutivo autonómico.
La directora general de Ganadería y Sanidad Agraria, Rocío Huerta, ha reiterado que la EHE es una enfermedad de declaración obligatoria, aunque no afecta al ser humano. "Por tanto, no se establece ningún tipo de restricción a las explotaciones afectadas y tampoco en relación con el consumo de productos como la carne o la leche. No obstante, sí se fijan limitaciones en cuanto al movimiento de animales vivos", apuntan desde el gobierno asturiano.
Huerta, que esta tarde ha intervenido en una jornada sobre esta patología organizada por Aseava, ha insistido en la importancia de realizar los análisis a cualquier animal que presente síntomas compatibles con la EHE, así como en la necesidad de aplicar el tratamiento oportuno.
Las pruebas para detectar si los animales están infectados se realizan de manera gratuita, dado que están bonificadas al cien por cien, y consisten en una PCR. Estos análisis resultan decisivos para poder optar a las ayudas con las que el Gobierno de Asturias pretende compensar tanto la pérdida de reses como los tratamientos y procesos de desinsectación que han tenido que afrontar las explotaciones afectadas.
Medio Rural recomienda adoptar medidas de desinsectación en animales e instalaciones para luchar contra el mosquito que transmite la EHE: empleo de insecticidas y repelentes en reses, medios de transporte e instalaciones, así como el uso de insecticidas y larvicidas para el control de posibles zonas de cría. Igualmente, aconseja el tratamiento sintomático de los animales enfermos.
Además, recuerda que el ministerio ya ha autorizado una vacuna voluntaria para prevenir esta enfermedad. El Principado, por su parte, ha puesto en marcha las medidas de prevención y control oportunas para garantizar la seguridad de los certámenes ganaderos y contribuir a la tranquilidad del sector y de la sociedad en general. Los servicios veterinarios oficiales de la Dirección General de Ganadería y Sanidad Agraria asumirán el seguimiento detallado de la evolución clínica de los animales afectados en colaboración con el veterinario de la explotación y sus responsables.