OVIEDO, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una investigación realizada por la Universidad de Oviedo revela altos índices de salud en los suelos de ganaderías asturianas. Esta es una de las principales conclusiones de un proyecto realizado en colaboración entre el grupo de Producción agrícola Sostenible del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la universidad asturiana y Central Lechera Asturiana SAT.
Según ha informado la institución académica los resultados de este trabajo permitirán suministrar información útil sobre la salud del suelo a los ganaderos de esta sociedad agraria para orientar sus decisiones en el manejo del terreno y contribuir así a la mejora de la rentabilidad en sus explotaciones.
El catedrático de Producción Vegetal del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, José Alberto Oliveira Prendes, recuerda que el manejo de la salud del suelo es uno de los métodos más efectivos que tienen los ganaderos de incrementar la productividad y la rentabilidad de sus explotaciones de manera sostenible.
"En general, los ganaderos están familiarizados con los análisis químicos del suelo (nutrientes, pH, materia orgánica, etc.), pero estos análisis no suelen incluir indicadores físicos y biológicos del suelo que pueden dar una visión de la salud del suelo y ayudar a explicar problemas en el crecimiento de los cultivos, a disminuir el uso de abonos sintéticos y productos fitosanitarios y contribuir al secuestro de carbono a través de la retención de materia orgánica en el suelo ayudando así a luchar contra el cambio climático", explica.
Esta es la razón por la que Central Lechera Asturiana SAT, junto con su filial CAPSA FOOD, desarrollaron un proyecto (CN-21-009) durante el año 2021 en colaboración con el grupo de investigación Producción agrícola Sostenible del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo.
El objetivo de este trabajo era evaluar la salud del suelo en prados y en la rotación anual de cultivos forrajeros invernales-maíz forrajero, con el fin de determinar el efecto de su manejo sobre la salud del suelo.
El proyecto se desarrolló en once fincas ganaderas asturianas de producción de leche, en las que se tomaron muestras de suelo en dos profundidades (antes de la siembra del maíz forrajero, dos meses después de la siembra del cultivo y finalmente tras la recolección del maíz.
La mayoría de las fincas de los ganaderos presentaron valores del índice global de salud del suelo altos (índices entre el 61% y el 80%) y dos fincas presentaron valores muy altos (índices =81%). La información obtenida será de gran utilidad para mejorar la rentabilidad de las explotaciones.