OVIEDO 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El sindicato Acaip-UGT ha alertado este miércoles del "deterioro" de la sanidad penitenciaria en Asturia y afirma que no hay médicos para atener a los 927 presos que hay en la región.
A través de una nota de prensa, señalan que, según los últimos datos del portal de transparencia, el número de facultativos para atender a una población reclusa de casi un millar de internos es de tres, de los nueve que según la relación de puestos de trabajo deberían existir.
Critican qeu dos tercios de las plazas de facultativos estén vacantes en la prisión de Asturias, un 66,67%. Añaden que a nivel nacional el déficit supera el 67% y una ratio de médico interno de 3,46 por cada mil, que contrasta con los 6,66 por cada mil que tenían las prisiones españolas en 2014.
"Una primera consecuencia lógica de este déficit de atención primaria en las prisiones es el aumento del número de salidas para asistencia sanitaria en el exterior, las cuales consumen gran cantidad de recursos ya que, para realizarla, es necesaria la coordinación de la prisión con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y los servicios sanitarios, de manera que se asegure, tanto el traslado, como el tiempo de permanencia en el hospital asignado, lo que conlleva, a su vez, la priorización de esta atención frente a la de la población en general, independientemente de la gravedad de la misma", argumentan.
Añaden que la falta de facultativos se traduce también en problemas en el interior de los centros donde el 30% de los reclusos sufre algún tipo de patología mental y existe un elevado número de enfermedades crónicas como el VIH, la diabetes o la hepatitis. "La ausencia de una atención adecuada provoca incidentes regimentales e incumplimiento de sanciones al no poder ser evaluada la situación clínica del reo por la falta de médico", alertan.
Tildan de "parche" el convenio firmado recientemente por Instituciones Penitenciarias con el Principado por el cual especialistas médicos acuden a la prisión, se ofrecen plazas MIR rotatorias y, se favorece la telemedicina. Sostienen que la población reclusa tiene necesidades distintas a la población general que deben ser atendidas conforme a la realidad del día a día de los centros penitenciarios. Desde ACIP-UGT exigen que se aporten soluciones tanto desde la administración central como desde las distintas autonomías que deberían haber asumido las competencias sanitarias.