Los agentes describen la vivienda como "la casa de los horrores"
OVIEDO, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La mujer acusada de abandonar a sus tres hijas en un piso de Oviedo en diciembre de 2014 ha declarado este viernes ante el juez que el día en el que fueron localizadas las menores salió de casa "solo dos horas antes, sobre las 22.00 horas después de dar el biberón a la bebé y dejarla dormida y tapada con dos mantas y tras dejar a las otras dos menores jugando en el salón".
"Solo estuve fuera un par de horas", ha asegurado y ha añadido que cuando volvió a casa y vio que estaba la policía "se bloqueó" y no se atrevió a entrar".
La acusada, que sólo ha respondido a las preguntas de su bogada, ha explicado que salió de casa porque había quedado con una persona que se había ofrecido a ayudarla y aprovechó para cenar algo, ya que un incendio había dejado inutilizada la cocina de la vivienda el día anterior. "Necesitaba ir a la farmacia y a por comida. Deje a las dos niñas mayores despiertas y vestidas en el salón, pero la pequeña tenía tendencia a quitarse la ropa a ella y asu hermana, para disfrazarse, porque era más traviesa", ha explicado.
La mujer, que ha defendido que sus tres hijas siempre han estado viviendo con ella desde su nacimiento y las tenía bien cuidadas, ha explicado que tras un par de horas volvió a casa y al ver a la policía "se bloqueó y no pudo entrar". Dijo además que "vio llegar las ambulancias y vio sacar a sus hijas", por lo que comprobó que estaban bien aunque la mayor iba llorando.
"Sólo pensé que era ya lo que me faltaba en ese momento porque venía de una situación familiar mala, falleció mi pareja en solo seis meses días antes de que naciese la pequeña", dijo. Explicó que volvió más tarde hasta la vivienda pero al comprobar que la policía seguía allí "otra vez se quedó bloqueada sin saber que hacer" por lo que pasó varios días sóla.
Ha indicado que en esos días tuvo que ver las "barbaridades" que se publicaban sobre ella por lo que decidió llamar a la Policía y entregarse.
Sin embargo, los agentes que la localizaron el 25 de diciembre aseguraron que la mujer "no se entregó ni llamó a la policía", sino que fue localizada e identificada en la calle Arzobispo Guisasola el día de Navidad, fruto de un operativo puesto en marcha y fue detenida. Un agente indicó además que existían indicios que apuntaban a que la acusada ejercía la prostitución y que contaba con ocho detenciones anteriores.
MADRE DE LA ACUSADA
En el juicio, que se celebra en Oviedo, también ha declarado la madre de la mujer acusada que ha explicado que su hija, con estudios de Magisterio, nunca llego a ejercer y que ella sepa sólo ha trabajado en un hotel. A preguntas de la fiscal ha manifestado que su relación antes de los hechos era tan sólo telefónica diaria y sólo se veían una o dos veces al año "cuando ella quería" porque pensaba que "estaba viviendo en Portugal".
"Siempre creí que mi hija vivía en Portugal porque ella así me lo decía y lo que ocurrió me sorprendió", dijo la madre que ha asegurado que el día 8 de diciembre fue a la vivienda en la que posteriormente abandonó a las menores porque era de su propiedad y por entonces "allí era imposible que estuviese viviendo".
"Yo pagaba la luz y tampoco había gasto. El 8 de diciembre fue a la casa y estaba como siempre, no había absolutamente nada. Allí era imposible que ella estuviese viviendo", dijo la madre, con quien vive otro hijo de la acusada de nueve años desde su nacimiento.
La madre ha asegurado que sabía que su hija tenía otro niño del que desconoce su paradero porque nunca le quiso decir donde estaba. A la pregunta de la acusación del Principado si está preocupada por su paradero, la mujer a dicho "a usted que le parece, soy su abuela, por supuesto que lo estoy". También dijo estar preocupada por el bienestar de sus nietas a las que hasta los hechos sólo conocía por fotografía, ya que ha insistido pensaba que vivían en Portugal.
Ha explicado que nunca tuvo motivos para pensar que la acusada tenía problemas económicos, ya que las veces que venía traía cosas para el niño de precios elevados.
POLICÍAS
Más duras han sido las declaraciones de los agentes de Policía que esa noche acudieron a la vivienda. Todos ellos han coincidido en la "situación horrible" que se encontraron al entrar, apuntando alguno de ellos ser esa "una de las intervenciones que más le han impactado". "Parecía la casa de los horrores", llegó a manifestar uno de los agentes. "Insalubre, deplorable, dejadez absoluta, sin luz, con basura y suciedad y dando la sensación de que allí no vivía nadie", fueron algunas de las descripciones utilizadas por los agentes de policía.
Los agentes explicaron que acudieron a la vivienda tras la llamada de los vecinos que oían llantos, los cuales se oían ya desde el rellano. Tras llamar al timbre de la vivienda sin obtener respuesta accedieron a la cocina desde el patio de luces. Han indicado además que la vivienda estaba cerrada con llave.
Aseguraron que una vez dentro la situación que se encontraron "era un drama". Vieron en una habitación al bebé tumbado en una cama matrimonial "en pañal y frío", con un biberón frío y sólo una manta debajo y en el salón las otras dos niñas, la más pequeña con una lata de cerveza en la mano y la mayor en un sillón golpeándose la cabeza en un sillón. "Estaban sucias, muy sucias, desaliñadas y la vivienda llena de basura por todos lados, el pasillo era como el rastro de jabalíes con basura por los lados. Olía a quemado", han indicado.
Han relatado que las niñas estaban descalzas, con una camiseta de manga corta y nada por debajo y la casa estaba muy fría. "Luego intentamos localizar a la madre pero nos fue imposible. Las niñas andaban por allí a su bola, se comunicaban entre ellas con sonidos pero ni siquiera hablando. Estaban rodeados de restos de comida, latas de cerveza.... No hablaban palabras reconocibles. El baño estaba impracticable con signos de no haberse duchado nadie en mucho tiempo", ha indicado un agente.
Otro de los agentes que acudieron a la vivienda ese 18 de diciembre ha indicado en que fue el quien cogió a la bebé en brazos y estaba "muy fría". "La cogí en brazos y se calmó, pero me llamó la atención que estaba muy fría, la cocina estaba abierta y hacía mucho frío", ha indicado el agente que ha asegurado que la casa estaba "lleno de basura y mugre, olor a pis y excremento, incluso en la manta del bebé, basura, ropa tirada...".
"Es de lo más horrible que encontré yo en una vivienda", ha dicho el agente que ha narrado como la niña mayor se daba "golpes repetitivos contra un sillón y no habló absolutamente nada". "Le faltaba pelo, no se si de arrancárselo o golpearse", ha dicho. "Llevo tiempo en el cuerpo y jamás había visto una dejadez como esa en unos menores y en una vivienda", ha insistido el agente de Policía, que ha reiterado que "parecía la casa de los horrores".
Otra de las agentes ha asegurado que en los seis años que lleva en el Principado "es la intervención que más le ha impactado".