OVIEDO 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El acusado de intentar clavar un cuchillo a su expareja en Mieres después de que esta decidiese romper su relación, José Luis Fernández, ha aceptado este jueves una pena de cinco años de prisión por un delito de homicidio en grado tentativa tras llegar las partes a un acuerdo de conformidad.
El juicio, previsto para este jueves en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias no se ha llegado a celebrar al llegar a un acuerdo.
La Fiscal ha modificado su calificación inicial pasando de acusar al procesado de un delito de asesinato en grado de tentativa a uno de homicidio en grado de tentativa con el atenuante de "reparación el daño", al haber abonado el acusado los 12.210 euros de indemnización que se le reclamaban. Por su parte, el abogado de la defensa, José Manuel Brea, ha manifestado también su satisfacción con la conformidad.
Se le imponen al acusado las medidas de protección que solicitaba Fiscalía, excepto la prohibición de residir en Mieres, ya que según la letrada de la víctima, Margarita Díaz Vega, esta "ya no reside en dicha localidad ni tiene interés o intención alguna de hacerlo".
"Ella se fue a una casa de acogida en el momento de los hechos y ahora ya no reside en esa localidad ni tiene interés alguno de volver", ha destacado la letrada que se ha mostrada satisfecha con el acuerdo.
LOS HECHOS
Los hechos tuvieron lugar en diciembre de 2016, no obstante según Fiscalía durante la relación la mujer soportó varias agresiones que no se atrevió a denunciar, pero la última vez que la golpeó sí tomó la decisión de romper definitivamente con el procesado, ruptura que éste en modo alguno aceptó y consideró una traición.
El procesado, decidido a llevar a cabo su propósito, provisto de un cuchillo de 15 centímetros que llevaba oculto en una bolsa y, sabedor de que la mujer había ido a una peluquería de Mieres, sobre las 19.15 horas del 16 de diciembre de 2016, se apostó en la entrada, pegado a la pared, y, cuando ella salió, se abalanzó sobre ella, empujándola, si bien, ésta, alarmada al verlo, entró de nuevo en la peluquería para refugiarse.
El procesado la siguió y trato de calmarla, diciéndole que estaba muy guapa, que no se asustara, que saliera con él, por lo que viendo que se comportaba normalmente ella se relajó, mostrando una actitud confiada y se acercó a él, y, fue entonces, cuando el procesado, decidido a acabar con la vida de su expareja, sorpresivamente, sacó del interior de la chaqueta el cuchillo que llevaba escondido y lo dirigió directamente hacia el abdomen de la víctima con la intención de clavárselo, si bien ésta reaccionó instintivamente y consiguió repeler el ataque sujetando el arma con la mano izquierda, hasta que el procesado la tiró al suelo colocándose encima.
En ese momento llegaron otras personas en su auxilio y consiguieron apartar al acusado de su expareja, que permanecía tendida en el suelo. La víctima sufrió lesiones consistentes en herida inciso-contusa en la palma de la mano.